Semanas después de que protestas masivas recorrieron Indonesia por los salarios excesivos de los diputados, un nuevo aumento de la asignación ha desatado una nueva ira pública.
Los parlamentarios recibirán ahora 702 millones de rupias (42.400 dólares) en asignaciones para el receso, un aumento casi del doble comparado con los 400 millones de rupias anteriores, según declaró el vicepresidente de la cámara baja.
Esta asignación tiene como objetivo apoyar a los legisladores en sus funciones oficiales, como visitar a sus votantes, cuando el parlamento no está en sesión.
Las protestas a principios de agosto fueron provocadas principalmente por una asignación mensual de 3.000 dólares para vivienda que recibían los diputados, casi diez veces el salario mínimo en Yakarta. Posteriormente, estos pagos fueron recortados para calmar los ánimos.
Las protestas de agosto comenzaron cuando miles de personas se manifestaron contra las asignaciones para vivienda de los parlamentarios. Pero pronto se convirtieron en una protesta más amplia sobre la corrupción y la desigualdad económica en la mayor economía del sudeste asiático.
Y ahora, la noticia del último aumento para el receso, que entró en vigor el 3 de octubre, ha renovado la controversia sobre este tema.
Los legisladores indonesios tienen alrededor de cinco recesos al año, durante los cuales visitan sus distritos electorales y recogen comentarios de los residentes.
Sufmi Dasco Ahmad explicó a los periodistas que el aumento de las asignaciones pretende equipararse con el incremento de las actividades de los diputados durante sus recesos. Dijo a Reuters que la asignación anterior no tenía en cuenta la subida de los precios de la comida y el transporte.
Dasco también anunció el lunes que la Cámara de Representantes lanzará una aplicación de acceso público donde los legisladores deberán informar sobre sus gastos de los fondos del receso, para que los indonesios puedan supervisar cómo se gasta el dinero.
No es extraño que los parlamentarios de otros países reciban asignaciones además de sus salarios base para cubrir sus deberes oficiales con sus electores. En Australia, la asignación electoral varia entre 25.000 y 37.000 dólares anuales dependiendo del tamaño de la circunscripción del legislador.
Este último incidente es parte de una creciente indignación por lo que muchos indonesios perciben como la impunidad de la élite política del país.
“Es como si a los indonesios les hubieran gastado una broma pesada”, dijo Lucius Karus de Formappi, una organización sin fines de lucro que vigila al parlamento, a medios locales.
“Estábamos satisfechos con la eliminación de la asignación para vivienda… pero, de hecho, ha aparecido otra asignación fantástica.”
Parte de esta ira también proviene de informes de que varios diputados habían recibido un extra de 54 millones de rupias en la asignación del receso. Las autoridades luego dijeron que esto fue un error humano y que el dinero fue devuelto.
“El comportamiento [del gobierno] no es sorprendente”, escribió otro usuario de X. “Lo que sí es sorprendente es por qué la gente de Indonesia todavía quiere elegirlos.”