El Govern balear destinará 15 millones de euros a la compra de inmuebles obsoletos en zonas turísticas. Principalmente se trata de hoteles y hostales, aunque podrían incluirse otros tipos de propiedades.
El objetivo es la regeneración de entornos urbanos. Los proyectos elegibles podrán ser demolidos para crear zonas verdes o reconvertidos para lo que el gobierno denomina “fines sociales”.
Uno de los fines declarados es reducir la densidá en lugares donde se construyó sin criterios ambientales durante el boom turístico de los años sesenta y setenta, lo que parece favorecer la creación de áreas verdes. El gobierno también menciona mitigar el impacto del cambio climático.
Además, esta será una medida “alineada con la transformación del modelo turístico actual hacia uno más equilibrado, sostenible y resiliente”. Aborda desafíos derivados de la masificación turística, como la pérdida de calidad de vida de los residentes y el aumento de emisiones contaminantes.
Un aspecto clave será la eliminación de alojamientos obsoletos, lo que reducirá el número total de plazas disponibles. Estas no se incorporarán al mercado y, por tanto, desaparecerán. Aunque cabe señalar que el número probablemente será mínimo.
Se espera que en octubre se soliciten propuestas a los ayuntamientos para la adquisición de estos inmuebles y que haya un plazo de dos meses para presentar solicitudes. Las compras se financiarán con el impuesto turístico.