Un trastorno genético que provoca episodios hemorrágicos e infecciones potencialmente mortales cuenta ahora con un nuevo tratamiento aprobado por la FDA, una decisión regulatoria que marca dos hitos notables: es la primera terapia génica para esta enfermedad rara, el síndrome de Wiskott-Aldrich, y la primera aprobación de una terapia celular y génica concedida a una entidad sin ánimo de lucro.
La decisión de la FDA, anunciada el martes por la tarde, cubre el tratamiento de niños a partir de los seis meses de edad que presentan la mutación causante del síndrome. Estos pacientes también deben ser candidatos a un trasplante de células madre pero no poder recibirlo por la falta de un donante compatible. Esta terapia génica de la Fondazione Telethon, conocida en su fase de desarrollo como etuvetidigene autotemcel (o etu-cel), se comercializará bajo la marca Waskyra. El tratamiento también avanza en su camino regulatorio en Europa; el mes pasado, la Agencia Europea de Medicamentos emitió una opinión positiva respaldando su autorización de comercialización.
El síndrome de Wiskott-Aldrich está causado por una mutación en el gen que codifica la proteína WAS. Esta proteína, presente en todas las células sanguíneas y en algunas células inmunitarias, desempeña un papel clave en la organización y función del sistema inmune. Los pacientes pueden sufrir episodios de sangrado excesivo, infecciones frecuentes y eczema. Dado que el gen WAS se localiza en el cromosoma X, el síndrome afecta casi exclusivamente a varones. Según la Wiskott-Aldrich Foundation, la incidencia es de aproximadamente cuatro casos por cada millón de nacimientos vivos, con unos 500 pacientes estimados en Estados Unidos.
El manejo del síndrome se ha basado históricamente en el cuidado y el control de los síntomas. Un trasplante de células madre hematopoyéticas puede ser curativo, pero esta opción requiere un donante compatible y es más efectiva cuando se realiza a una edad temprana, además de conllevar riesgos de complicaciones. Waskyra introduce una solución genética dirigida a la causa subyacente de la enfermedad: se obtienen células madre hematopoyéticas del paciente, se modifican en el laboratorio para incluir copias funcionales del gen WAS y, tras un régimen de acondicionamiento, se infunden de nuevo en el organismo con el objetivo de restaurar la expresión de la proteína funcional.
La solicitud regulatoria de Waskyra se basó en dos ensayos clínicos abiertos de un solo brazo y en un programa de acceso expandido, que en total evaluaron la terapia en 27 pacientes de entre 6 meses y 16 años, con un seguimiento de hasta 13 años en algunos casos. Los últimos resultados se presentaron esta misma semana en la reunión anual de la Sociedad Americana de Hematología en Orlando, Florida.
Los objetivos principales del programa clínico fueron medir la supervivencia global, la tasa de infecciones graves entre los 6 y 18 meses posteriores al tratamiento, y la tasa de eventos hemorrágicos moderados a graves en los primeros 12 meses. Los resultados muestran una supervivencia global del 96% (un paciente del programa de acceso expandido falleció a los 4,5 meses debido al deterioro de una condición neurológica preexistente). La tasa de infecciones graves se redujo en un 93% en el período de 6 a 18 meses postratamiento, en comparación con los 12 meses previos. Asimismo, los eventos hemorrágicos moderados y graves disminuyeron un 60% en los 12 meses posteriores a la administración de Waskyra.
La terapia génica fue bien tolerada, sin eventos adversos graves relacionados reportados. Los efectos secundarios más comunes asociados a Waskyra incluyen erupción cutánea, infección del tracto respiratorio e infecciones relacionadas con el catéter utilizado para administrar el tratamiento.
Aunque la FDA señaló que Waskyra es el primer producto de terapia celular y génica aprobado de un solicitante sin fines de lucro, entidades con ánimo de lucro han participado en su desarrollo. Sus raíces se remontan a investigaciones del Instituto San Raffaele-Telethon para Terapia Génica en Milán. GSK licenció inicialmente los derechos, pero en 2018 cedió su portafolio de terapias génicas para enfermedades raras a Orchard Therapeutics.
Orchard avanzó el desarrollo clínico, pero una reestructuración corporativa en 2022 llevó a la discontinuación de varios programas, incluido el del síndrome de Wiskott-Aldrich. En 2024, la Fondazione Telethon adquirió los derechos de la terapia. Esta organización sin fines de lucro con sede en Roma, que financia investigación en enfermedades genéticas raras y complejas, comercializa actualmente Strimvelis, una terapia génica aprobada para la inmunodeficiencia combinada grave por déficit de adenosina deaminasa, que también obtuvo la aprobación de la FDA bajo la dirección de Orchard.
“La aprobación de Waskyra por la FDA es un logro extraordinario, no solo para la investigación italiana y para Fondazione Telethon, sino para la comunidad global de enfermedades raras”, afirmó la CEO de Fondazione Telethon, Ilaria Villa, en un comunicado. “Confirma el valor de un modelo centrado en el paciente que transforma la investigación en tratamientos reales, especialmente allí donde el mercado no actúa”.
La FDA indicó que su revisión de la solicitud de Fondazione Telethon “ejerció una flexibilidad regulatoria apropiada”, teniendo en cuenta las consideraciones propias de una enfermedad rara, el diseño de los ensayos clínicos, el mecanismo de acción de Waskyra y los aspectos de fabricación y control del producto.
La aprobación de Waskyra incluye un vale de revisión prioritaria para enfermedades pediátricas raras, según la carta de aprobación del producto. Estos vales pueden utilizarse para acelerar la revisión regulatoria de otra terapia para una enfermedad pediátrica rara, aunque sus titulares también pueden venderlos para financiar más I+D. Los precios de compra de estos vales han superado los 150 millones de dólares este año.
Ilustración: Ruslanas Baranauskas/Science Photo Library, vía Getty Images
