Dos ciudadanos españoles se encuentran recluidos en una de las prisiones más temidas de África, y sus familias aseguran que sus vidas corren peligro.
David Rodríguez, de 45 años y natural de Granada, y Javier Marañón, de 51 y oriundo de Córdoba, fueron detenidos en enero de 2025 tras representar a su empleador –la empresa tecnológica Wayang Teknica– en una reunión con el gobierno de Guinea Ecuatorial.
Las familias suplican la liberación de los dos españoles en Guinea Ecuatorial
La firma española, que previamente ejecutó un proyecto de instalación televisiva valuado en millones de libras en la capital, Malabo, está siendo investigada por las autoridades debido a supuestas irregularidades en su contrato y trabajo. Aunque se cree que Rodríguez y Marañón no ocupan cargos directivos, ambos fueron arrestados y posteriormente trasladados a la notoria prisión de Black Beach en Malabo, descrita por Amnistía Internacional como «un infierno en la tierra, donde cientos de reos acuran confinados durante años».
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Dos españoles encarcelados en una prisión africana
Según sus familiares en España, la dupla ha permanecido en régimen de aislamiento durante meses, privada de visitas, atención médica y contacto con representantes legales. Se afirma que los hombres se hallan en estado crítico y que sus familias no han podido establecer comunicación ni proporcionarles ayuda alguna.
Una petición lanzada en Change.org por Laura Marañón, hermana de Javier, ha ido sumando creciente apoyo en toda España. «Dos españoles se encuentran en peligro de muerte, detenidos injustamente en Guinea Ecuatorial», declaró. «No podemos esperar más. Cada día cuenta. David y Javier pueden morir si no actuamos ya. Ayúdenos a salvar sus vidas».
Las familias ahora reclaman al Ministerio de Asuntos Exteriores de España que exija acceso inmediato a los hombres e intervenga directamente ante las autoridades ecuatoguineanas. Su súplica surge tras la creciente frustración por la falta de avances por parte de la embajada española.
En octubre, el Parlamento Europeo aprobó una resolución que condena la detención y urge al gobierno de Guinea Ecuatorial a garantizar pleno acceso consular y atención médica. Los miembros afirmaron que el caso pone de manifiesto graves preocupaciones sobre violaciones de derechos humanos y instaron a las autoridades respetar los derechos de los reclusos a un juicio justo, acceso a asistencia médica y asesoramiento legal.
Por ahora, las familias de Rodríguez y Marañón continúan a la espera de notícias, temerosas de que, sin una acción urgente, sus seres queridos no logren sobrevivir a las condiciones brutales de Black Beach.
