El caso de Sandie Peggie ha sido tan mediático porque toca el corazón del debate sobre los derechos trans versus los derechos de las mujeres, un tema muy tenso en los últimos años – especialmente en Escocia.
Aunque el Tribunal Supremo dictaminó en abril que la Ley de Igualdad se refería al sexo biológico de una persona – con grandes consecuencias sobre quién puede usar espacios protegidos para mujeres – aún estamos esperando las guías del gobierno, que llevan mucho retraso, sobre cómo aplicar esto. Nos dicen que llegarán “lo antes posible”.
La ministra del gobierno, Dame Diana Johnson, dijo con optimismo a Darren McCaffrey en el Politics Hub de Sky que las organizaciones “simplemente tienen que seguir adelante – la ley es clara”.
Pero con tantas organizaciones esperando la guía gubernamental antes de cambiar sus políticas, claramente ese no es el caso.
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Los activistas han criticado al tribunal Peggie por no seguir el liderazgo del Supremo más directamente. El tribunal no consideró que fuera incorrecto permitir a la Dra. Upton usar los vestuarios femeninos – solo que debería haberse tomado acción después de que la Sra. Peggie se quejara.
Sus abogados dicen que eso es muy problemático, porque pone la responsabilidad en la mujer para quejarse.
La reacción política ha sido rápida. La líder conservadora Kemi Badenoch siempre ha sido muy directa en este tema, y ha publicado una declaración típicamente contundente en respuesta al caso.
“Es ridículo que hayan tardado dos años en llegar a un veredicto que era tan obvio desde el principio”, escribió en X.
“Todo este episodio es indicativo de un sistema que pierde tiempo y dinero de los contribuyentes para complacer a un pequeño cábalo de activistas.”
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La enfermera Sandie Peggie, fotografiada fuera del Servicio de Tribunales de Edimburgo después de ganar una demanda por acoso. Foto: PA
Pero no son solo los Tory. La diputada laborista escocesa Joani Reid describió el trato a la Sra. Peggie como “una vergüenza… facilitada por una cultura distorsionada en el NHS y fomentada por un gobierno escocés que se negó a escuchar las preocupaciones de las mujeres”.
Por supuesto, el SNP siempre ha sido muy partidario de los derechos trans, intentando aprobar leyes de reconocimiento de género que habrían facilitado mucho la auto-identificación. Esa legislación fue bloqueada por el Tribunal Supremo del Reino Unido.
John Swinney dio una respuesta medida cuando se le preguntó sobre el tema el lunes, diciendo que “es importante tomarnos tiempo para considerar el fallo” sin más comentarios sobre las cuestiones planteadas por el caso.
Sir Keir Starmer también ha sido criticado durante mucho tiempo por la falta de claridad en algunas de sus respuestas a la pregunta “qué es una mujer”, aunque ha intentado ser mas definitivo en los ultimos años.
Anna Turley, la presidenta del Partido Laborista, dijo el lunes que es más importante acertar con la guía del Supremo que publicarla rápidamente.
Pero el fallo del lunes muestra la urgente importancia de ambas cosas.