La reconocida chef australiana Skye Gyngell ha fallecido a los 62 años de edad.
Gyngell se hizo famosa en el Reino Unido después de que su cafetería en Petersham Nurseries, al suroeste de Londres, recibiera una estrella Michelin, uno de los honores culinarios más prestigiosos. Más adelante, dirigió el restaurante Spring en Somerset House y los restaurantes Marle y Hearth en Heckfield Place, Hampshire.
La familia de Gyngell anunció que murió el sábado en Londres, describiéndola como una “visionaria culinaria que influenció a generaciones de chefs y agricultores en todo el mundo para reflexionar sobre la comida y su conexión con la tierra”.
El chef famoso Jamie Oliver le rindió homenaje a Gyngell –a quien le diagnosticaron cáncer de piel el año pasado– y le agradeció por “todo lo que hizo para inspirar a los jóvenes cocineros”.
Durante la década de 1980, Gyngell fue pionera del “movimiento slow food” antes de convertirse en chef privada para clientes como Nigella Lawson, Madonna y Guy Ritchie.
Lawson lamento su muerte, escribiendo en Instagram: “Por más que sepas que alguien está enfermo, su muerte siempre es un impacto. Es terrible que Skye ya no esté en el mundo”.
Gyngell murió solo unos días después que su madre, Ann Barr, quien era una conocida diseñadora de interiores.
Su padre, Bruce Gyngell, fue la primera persona en aparecer en la televisión australiana en 1956 con la frase: “Buenas noches, y bienvenidos a la televisión”. Él falleció en el año 2000.
Nacida en Sídney, Skye Gyngell estaba estudiando en la Universidad de Sídney cuando se dió cuenta de que el mundo culinario era su verdadera vocación. Se mudó a París a los 19 años, donde se formó y trabajó bajo chefs aclamados, incluso en el restaurante Dodin-Bouffant, que tenía dos estrellas Michelin.
Gyngell se mudó más tarde a Londres y trabajó en The French House en Soho con Fergus y Margot Henderson.
En 2004, Gyngell se convirtió en chef principal de la cafetería Petersham Nurseries en Richmond, donde transformó el lugar abandonado en un café próspero. En 2011, recibió una estrella Michelin.
Pero este reconocimiento fue un arma de doble filo para Gyngell, quien dejó la cafetería un año después de recibir el premio, diciendo que le frustraban los clientes que esperaban una experiencia Michelin tradicional en su rústico local.
Sus proyectos posteriores incluyeron Spring en Somerset House, que fue el primer restaurante en Londres libre de plásticos de un solo uso.
Gyngell, quien superó la adicción a las drogas y al alcohol en su juventud, también era conocida por sus galardonados libros de cocina y escribía columnas para Vogue como su editora de comida.
El año pasado, descubrió un bulto en su cuello y le diagnosticaron carcinoma de células de Merkel, un cáncer de piel raro y agresivo.
Se sometió a una operación que incluyó la extirpación de sus glándulas salivales, lo que hizo que perdiera temporalmente el sentido del olfato y el gusto.
