La estimulación del nervio vago representa una metodología de reciente estudio para regular los sistemas de estrés y recuperación del organismo. Históricamente, el acceso a este tratamiento se limitaba a condiciones clínicas específicas debido a los costos y riesgos asociados con la cirugía invasiva requerida para implantar un dispositivo. En la actualidad, los investigadores están descubriendo una alternativa más sencilla para aprovechar las capacidades homeostáticas de este nervio: la estimulación no invasiva de una pequeña rama del nervio vago ubicada en el oreja.
Este enfoque, conocido como estimulación vagal auricular (aVNS, por sus siglas en inglés), está generando expectación en la comunidad sanitaria y se estudia por su potencial para apoyar la capacidad cardiovascular, el equilibrio inmunológico y la recuperación tras un estrés psicológico o físico, todo ello sin los riesgos de una intervención quirúrgica.
El nervio vago: La autopista que conecta el cerebro y los órganos
El nervio vago es el nervio craneal más largo del cuerpo, que se extiende desde el tronco encefálico a través del tórax y el abdomen. Actúa como una línea central de comunicación o "autopista" entre el cerebro y los principales órganos internos, llevando a cabo la mayoría de las funciones reguladoras de la división parasimpática del sistema nervioso autónomo. Cuando el nervio vago funciona correctamente, el cuerpo puede recuperarse mejor después de una respuesta de estrés, restaurando el statu quo homeostático del organismo.
Un sistema parasimpático debilitado puede tener una serie de impactos negativos en la salud mental y física, desde ansiedad persistente y digestión alterada, hasta frecuencia cardíaca y presión arterial elevadas e inflamación crónica.
Al administrar pequeños pulsos de electricidad a las fibras vagales, la VNS activa circuitos neuronales que indican al cerebro que reduzca la excesiva actividad de "lucha o huida" y restaure un estado más calmado de "descanso y digestión". Este cambio tiene efectos medibles: enlentece la frecuencia cardíaca, reduce las citoquinas proinflamatorias y mejora la comunicación interoceptiva entre el cerebro y los órganos clave.
La investigación sugiere que la neuromodulación y la VNS pueden influir en los patrones de actividad cerebral y los sistemas de neurotransmisores, lo cual podría jugar un papel en la regulación del estado de ánimo y la resiliencia. Como señal de ello, se ha demostrado que la VNS mejora la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC), que sirve como un marcador de la resistencia del cuerpo al estrés.
Anteriormente, los pacientes solo podían acceder a la VNS mediante un dispositivo implantado quirúrgicamente. Ahora, los avances en la estimulación no invasiva están centrando la atención en un punto de acceso más asequible: la oreja.
La oreja como puerta de entrada al sistema nervioso
Uno de los métodos más prometedores para estimular el nervio vago es la estimulación vagal auricular (aVNS). A diferencia de otros enfoques que se dirigen al nervio a través del cuello, la aVNS utiliza el trago de la oreja como un punto de acceso preciso y no invasivo. Es importante destacar que estimular el nervio en la oreja evita complicaciones a veces reportadas con la estimulación cervical, como espasmos musculares dolorosos o alteraciones del ritmo cardíaco, ofreciendo un enfoque más específico y tolerable.
El método implica administrar impulsos eléctricos leves e imperceptibles a través de la piel. Al dirigirse a una rama nerviosa con una línea directa al tronco encefálico, los investigadores creen que la aVNS ofrece una forma más fiable de influir en el equilibrio autonómico, las vías inflamatorias y la neuroplasticidad. Su enfoque no invasivo también permite a los usuarios utilizarla mientras trabajan, viajan o descansan.
La creciente base de evidencia
Lo que comenzó como una línea de investigación de nicho en neurociencia ha evolucionado hasta convertirse en un creciente cuerpo de evidencia clínica. Múltiples ensayos aleatorizados y controlados con placebo señalan ahora a la aVNS como una forma segura y no invasiva de influir en resultados clínicos en condiciones cardiovasculares, neurológicas, psiquiátricas, autoinmunes y postvirales, pero también de potenciar las capacidades cognitivas, la salud mental y la capacidad cardiovascular en individuos sanos.
- Salud cardiovascular: El tono vagal está estrechamente vinculado al ritmo cardíaco y los procesos inflamatorios. Estudios preliminares indican que la estimulación de baja intensidad en el trago puede influir en la variabilidad de la frecuencia cardíaca y los marcadores inflamatorios, lo que motiva la exploración de su potencial papel junto a los enfoques cardiológicos existentes.
- COVID persistente y síndromes de fatiga: Los síndromes postvirales han mostrado síntomas duraderos que van desde la niebla mental hasta la intolerancia al ejercicio. Los primeros ensayos clínicos informan de que la aVNS puede mejorar la fatiga, la función cognitiva y la regulación autonómica en pacientes con COVID persistente y síndrome de taquicardia ortostática postural. Aunque se trate de estudios piloto, la consistencia de los primeros hallazgos ha impulsado llamamientos para realizar ensayos a mayor escala.
- Presión arterial y resultados metabólicos: La hipertensión sigue siendo una de las condiciones crónicas más extendidas en todo el mundo. En un ensayo controlado, la estimulación breve diaria del trago redujo significativamente la presión arterial en adultos jóvenes con hipertensión. Esto plantea la posibilidad de que la neuromodulación pueda explorarse más a fondo como parte de la investigación en curso sobre la salud metabólica y cardiovascular.
- Rendimiento cognitivo: Más allá de tratar enfermedades, la investigación explora si la neuromodulación puede optimizar la función cerebral saludable. Estudios controlados con placebo han demostrado que dos semanas de aVNS mejoraron la memoria y el rendimiento ejecutivo en adultos sin patologías. Estos hallazgos mostraron una mejora en la memoria inmediata.
Desde la cardiología hasta la psiquiatría y la atención postviral, la investigación inicial sobre la aVNS está generando interés en cómo podría contribuir a nuevos enfoques para el estrés, la recuperación y las afecciones crónicas.
La adopción de la aVNS para pacientes y profesionales sanitarios actuales
La aVNS tiene el potencial de impactar no solo en los resultados individuales, sino también en los desafíos a nivel poblacional. Tiene el potencial de proporcionar a los sistemas sanitarios una herramienta escalable y de bajo riesgo para abordar algunos de los retos más acuciantes de la actualidad: las tasas crecientes de ansiedad y depresión, los síndromes postvirales persistentes y la carga a largo plazo de las condiciones crónicas relacionadas con el estrés.
Para los profesionales sanitarios, la aVNS plantea la posibilidad de integrar la neuromodulación en la atención rutinaria sin los riesgos de la cirugía. Para los pacientes, les otorga la capacidad de continuar los esfuerzos terapéuticos en casa según su propia disponibilidad.
Al mismo tiempo, el panorama de la neurotecnología está cambiando rápidamente. Los consumidores ya están experimentando con dispositivos orientados al bienestar, y los reguladores necesitarán distinguir entre herramientas de grado consumer y intervenciones validadas clínicamente.
Lo que está claro es que la oreja ya no es un sitio pasado por alto en la neurociencia. Un pequeño pliegue de tejido que alguna vez se consideró insignificante ahora se estudia como una vía prometedora para apoyar el equilibrio del sistema nervioso y el bienestar general.
Foto: SimpleImages, Getty Images
La Dra. Elisabetta Burchi es la Directora de Investigación de Parasym, los creadores de Nuropod. Es médica, psiquiatra y experta en neuromodulación que ha liderado más de 100 colaboraciones de investigación con instituciones como Harvard y UCLA, resultando en más de 50 estudios revisados por pares. Graduada *summa cum laude* por la Universidad de Florencia y ex becaria postdoctoral en Montefiore / Albert Einstein College of Medicine, también posee un MBA de INSEAD. Su trabajo —publicado en The Lancet Psychiatry, Neurology y Frontiers in Behavioral Neuroscience— sustenta la ciencia detrás de Nuropod, el dispositivo de estimulación no invasiva del nervio vago más estudiado.
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