Una expatriada embarazada teme perder a su bebé tras descubrir que estafadores robaron su hogar soñado con documentos legales falsos.
La científica medioambiental escandinava se pregunta cómo los timadores pudieron crear un poder notarial falso para adueñarse del apartamento en la Costa del Sol.
Con 32 años, ahora está "aterrorizada" de salir de su piso en Mijas, después de que alguien comenzara a enviarle notas amenazantes, ordenándole que se vaya.
"No hubo verificación, ni llamada, ni advertencia. Nos pilló por sorpresa", contó al Olive Press la semana pasada. "¿Cómo puede permitir el sistema legal español que esto pase?"
Tras la venta fraudulenta de su propiedad, comenzó a recibir mensajes intimidatorios.
Alarmantemente, el abogado malagueño Diego Echavarria afirmó que "no es raro". "De hecho, es el tercer caso que escucho en un año", dijo.
La compradora escandinava, que pidió anonimato por razones legales, se mudó a España buscando tranquilidad tras adquirir el piso de 80m² por 320.000€ en abril del año pasado.
Pero lo que debía ser un refugio soleado se convirtió en una pesadilla. "Era mi casa soñada, con una vista al mar impresionante. Solía sentarme en la terraza al atardecer pensando: aquí envejeceré".
En septiembre, todo cambió cuando allanaron su hogar. Los ladrones robaron palos de golf, perfumes de marca, bolsos y las llaves de su coche, además de instalar dos cerraduras de alta seguridad en la puerta. Cree que también sustrajeron sus documentos de identidad, guardados en cajas etiquetadas dentro del piso.
Así comenzó un periplo aterrador que terminó en Colombia, donde falsificaron un poder notarial a su nombre. La venta se completó en diciembre ante un notario en Sevilla.
"Aparentemente, le di a alguien el derecho legal de vender mi casa. Pero nunca firmé nada. Jamás he estado en Colombia. Y ahora me dicen que mi hogar pertenece a un desconocido".
Sara descubrió el fraude cuando el Catastro le informó este mes que la propiedad estaba registrada bajo otro nombre.
"Pensé que era un error. Pero al revisar el registro, sentí que el suelo desaparecía bajo mis pies. Mi nombre ya no figura". Lo más perturbador fue la facilidad del engaño.
Tras contratar un abogado para impugnar la transferencia fraudulenta, la situación empeoró: recibió notas manuscritas de quien alega ser el nuevo "dueño", exigiendo contacto por WhatsApp.
"Nos tratan como delincuentes en nuestra propia casa, como okupas. Tengo miedo de abrir la puerta o salir, no sabemos quién está detrás ni de qué son capaces. Duermo con un ojo abierto".
Agrava la situación sus 23 semanas de embarazo; esta semana fue hospitalizada por riesgo de parto prematuro debido al estrés. Ahora lucha por salvar a su bebé y su hogar.
"España debía ser nuestro refugio seguro. Pero parece una jungla donde los fuertes abusan de los desprevenidos. Hay un vacío legal que los criminales atraviesan con tu casa en sus manos".
Aunque confía en ganar la batalla legal, planea vender y regresar a su país.
"Ya no me siento segura aquí. No parece un hogar. Siento que me traicionaron".