El Ministerio Fiscal de Valencia solicita una condena de cuatro años de prisión para el expornstar Nacho Vidal, en caso de ser declarado culpable por la muerte de un fotógrafo durante un ritual con veneno de sapo.
Jose Luis Abad falleció en la residencia de Vidal en Enguera en julio de 2019.
El fiscal imputa a Vidal, de 51 años, y a su primo por un delito de homicidio imprudente, afrontando ambos la misma pena privativa de libertad.
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Además, los acusados podrían ser condenados al pago de una indemnización de hasta 20.000 euros a los hermanos de la víctima.
El escrito de acusación sostiene que Nacho Vidal era un usuario habitual del ‘veneno del sapo bufo’, el cual consideraba una medicina beneficiosa, pero carecía de cualificación alguna para administrárselo a nadie.
El 28 de julio de 2019, en una vivienda de Enguera (Valencia), llevó a cabo un ritual empleando una pipa preparada para inhalar la sustancia.
Ese día, tras colocársela en la boca a Jose Luis Abad, de 49 años, y prenderla, le dió instrucciones sobre cómo inhalarla.
Mientras tanto, su primo grababa el ritual con el teléfono de la víctima.
El fotógrafo inhaló el veneno tal como le indicó Vidal y, tras unos treinta segundos, comenzó a tambalearse, se desplomó al suelo, experimentó convulsiones y su rostro y pecho adquirieron una tonalidad amoratada.
A pesar de las evidentes alteraciones físicas –prosigue la acusación– ninguno de los acusados interrumpió el ritual hasta que Vidal se acercó a la víctima y constató que había dejado de respirar.
Careciendo de conocimientos médicos, omitió alertar a los servicios de emergencia, a pesar de ser consciente del potencial nocivo de la sustancia y sus posibles efectos adversos.
En ese momento, procedió a realizar maniobras de reanimación, rociándolo con agua para intentar que recobrase el conocimiento.
El fotógrafo reaccionó, pero comenzó a respirar de manera incontrolada y antinatural, con gran dificultad, hasta que volvió a dejar de respirar.
Según el fiscal, los acusados, sabiendo que la sustancia podía ser letal, persistieron en no avisar a los servicios de emergencia.
Nacho Vidal dedicó doce minutos a intentar reanimar a la víctima sin éxito, y a las 11:00 horas, aproximadamente veinte minutos después de que Luis Abad perdiese el conocimiento, se alertó finalmente a los servicios médicos.
Los equipos de emergencia llegaron a las 11:30, pero solo pudieron constatar el fallecimiento de la víctima.
La autopsia determinó que la causa de la muerte fue un paro cardiorrespiratorio debido a una reacción adversa a drogas.
Se concluyó que la víctima había consumido cocaína entre uno y cuatro días antes de inhalar el veneno, lo cual desencadenó su muerte.
La acusación añade que los acusados eran conocedores de dicho consumo, el cual incrementaba el riesgo cardiovascular y contribuyó al paro cardiorrespiratorio.
Javier Vilarrubí, abogado que ejerce la acusación particular en nombre de los hermanos de Jose Luis Abad, solicita para Vidal una pena de siete años de prisión por un delito contra la salud pública, así como para su primo.
Asimismo, reclama una condena de tres años de prisión para una tercera persona, amigo de Vidal, por un delito de encubrimiento.
Dicha persona estaba encargada del mantenimiento del domicilio de Vidal.
Según el escrito de la acusación particular, este tercer individuo participó activa y directamente en los hechos, colaborando con los demás acusados para ocultar, disimular y eliminar cualquier rastro o evidencia que pudiese incriminarlos a él y al resto de participantes.
“Los acusados”, añade Vilarrubí, “a pesar de conocer la situación personal de nuestro cliente, actuaron sin ningún rigor, ni previeron los riesgos que finalmente se materializaron, e ignoraron todos los factores que podían incrementar aún más el riesgo para nuestro cliente.”
