Estados Unidos ha finalizado la designación de Estatus de Protección Temporal (TPS) para Siria, advirtiendo a los migrantes sirios que ahora se enfrentan a arresto y deportación si no abandonan el país dentro de los próximos 60 días.
La medida del viernes se produjo como parte del amplio esfuerzo del presidente estadounidense Donald Trump por despojar del estatus legal a los migrantes.
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Según un aviso del Registro Federal, finalizará el TPS para más de 6.000 sirios que han tenido acceso a este estatus legal desde 2012.
“Las condiciones en Siria ya no impiden que sus ciudadanos regresen a su país de origen”, declaró la portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, en un comunicado.
“Siria ha sido un semillero de terrorismo y extremismo durante casi dos décadas, y es contrario a nuestro interés nacional permitir que los ciudadanos sirios permanescan en nuestro país”.
El comunicado indicó que los ciudadanos sirios que actualmente residen en los Estados Unidos dispondrán de 60 días para salir voluntariamente del territorio y regresar a su patria.
“Una vez transcurridos los 60 días, cualquier nacional sirio admitido bajo el TPS que no haya iniciado sus procedimientos de salida voluntaria estará sujeto a arresto y deportación”, afirmó.
Trump, republicano, ha intentado poner fin al estatus de protección temporal para cientos de miles de migrantes en los Estados Unidos, incluidos algunos que han vivido y trabajado en el país de manera legal durante décadas.
La administración ha argumentado que las protecciones contra la deportación se utilizaron en exceso en el pasado y que muchos migrantes ya no merecen dichas protecciones.
Demócratas y defensores de los migrantes han señalado que los beneficiarios del TPS podrían verse forzados a regresar a condiciones peligrosas y que los empleadores estadounidenses dependen de su mano de obra.
Anteriormente, Trump ya había terminado el estatus para venezolanos, hondureños, haitianos, nicaragüenses, ucranianos y miles de otros migrantes.
