A partir de 2026, las entidades bancarias españolas deberán informar anualmente a la Agencia Tributaria sobre los pagos con tarjeta que superen los 25.000 euros.
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Si usted es de esas personas que utilizan frecuentemente la tarjeta bancaria para sus compras cotidianas, hay un cambio importante en camino.
A partir del 1 de enero de 2026, la Agencia Tributaria comenzará a recibir de los bancos informes mensuales sobre todas aquellas personas cuyos pagos anuales con tarjeta excedan de 25.000 euros.
Esta medida –que forma parte de un esfuerzo más amplio por parte del Ministerio de Hacienda para combatir las rentas no declaradas y la economía sumergida– otorgará al gobierno una visibilidad mucho mayor sobre cómo se mueve el dinero entre consumidores y empresas.
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Qué cambia en 2026 – y a quién afectará
A partir de 2026, todas las entidades financieras estarán obligadas a comunicar el volumen total de operaciones realizadas con tarjetas de crédito, débito, prepago o virtuales siempre que el importe anual conjunto supere los 25.000 euros.
Para el consumidor medio, ese umbral equivale aproximadamente a 2.083 euros mensuales. Solo quienes superen esa cantidad en gasto total con tarjeta entre todas sus cuentas pasarán a estar en el punto de mira de Hacienda.
No obstante, la normativa es mucho más estricta para empresas y trabajadores autónomos. A partir de ese mismo año, cada pago con tarjeta que perciban –ya sea mediante terminal físico, comercio online, Bizum o cualquier otro sistema de pago móvil– será automáticamente comunicado a la Agencia Tributaria. Para estas transacciones profesionales no existe un importe mínimo exento.
Hasta ahora, solo había que declarar aquellos pagos con tarjeta que, en empresas o profesionales, superasen los 3.000 euros anuales. Pero a partir de 2026, ese límite desaparece, proporcionando a las autoridades una imagen más nítida y completa de la actividad económica y las transacciones digitales.
Compartición mensual de datos: una red más cerrada para las rentas ocultas
Otro cambio significativo es la frecuencia de las comunicaciones. Actualmente, los bancos envían esta información a Hacienda una vez al año; con el nuevo sistema, lo harán todos los meses.
Esto permitirá a la Agencia Tributaria cruzar datos en tiempo real con las declaraciones de la renta, facilitando la detección de irregularidades de forma más rápida y eficiente.
Los informes incluirán:
- Identificación completa del titular de la tarjeta y de cualquier usuario autorizado.
- Números de tarjeta y cuentas bancarias vinculadas.
- Importe total de todas las transacciones (tanto cargos como abonos).
- Detalle de los pagos realizados a los comercios.
Mientras tanto, la norma para las operaciones en efectivo permanece invariable: las entidades deben notificar a Hacienda cualquier movimiento que supere los 3.000 euros.
Para los particulares, este nuevo nivel de control afectará principalmente a aquellos con un gasto anual elevado. Para autónomos, freelancers y empresas, supone un notable endurecimiento de los requisitos de transparencia fiscal –especialmente en las ventas online y los pagos digitales.
Qué implica esto para consumidores y empresas
Para la mayoría de la población, este cambio no supondrá un problema inmediato –a menos que sus gastos con tarjeta excedan los 25.000 euros anuales. Aun así, los expertos recomiendan llevar un mayor control del uso de las tarjetas y asegurarse de que todos los ingresos y gastos estén debidamente declarados.
Para las empresas, especialmente las pymes y los autónomos, el impacto será más directo. La eliminación del umbral mínimo de declaración implica que todos los ingresos por tarjeta serán visibles para el fisco.
Esta iniciativa se enmarca en el impulso continuo de España por modernizar la supervisión tributaria, alineándose con los esfuerzos de la UE para combatir el fraude fiscal y el blanqueo de capitales mediante una mayor compartición de datos y trazabilidad financiera.
En resumen: a partir de 2026, Hacienda conocerá mucho mejor cómo gastas y recibes dinero –ya sea mediante tu tarjeta, tu tienda online o los pagos por móvil.
Así que si te aproximas a ese límite de 25.000 euros o gestionas un negocio que procesa pagos con tarjeta, quizás sea el momento de revisar tus cuentas… antes de que lo haga la administración.
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