Paul Melly, a West Africa analyst at Reuters, discusses the challenges faced by Tidjane Thiam in his bid to become president of Ivory Coast. Thiam, a former top government official and successful global finance executive, had been seen as a potential contender to succeed the current head of state, Alassane Ouattara. However, a recent court ruling jeopardized Thiam’s candidacy by questioning his Ivorian citizenship status. This decision, along with the exclusion of other prominent opposition figures from the election, raises concerns about the lack of political competition in Ivory Coast. This political turmoil comes at a time when other West African countries, like Liberia, Senegal, and Ghana, have successfully conducted free and fair elections, highlighting the importance of democratic principles in the region. The outcome of the upcoming Ivorian election will not only impact the country itself but also have broader implications for West Africa and francophone Africa as a whole. Paul Melly
Fue solo en 2007 cuando el gobierno eliminó la prohibición de su candidatura y solo en 2016, cuando ya estaba en el cargo, que una nueva constitución finalmente puso fin al requisito de que los padres declarados de los candidatos presidenciales fueran de origen marfileño.
AFP
El presidente Ouattara (L) se ha reconciliado con Laurent Gbagbo desde los disturbios posteriores a las elecciones de 2011, pero su predecesor está impedido de volver a postularse
La movilización venenosa de problemas de identidad había sido un importante factor contribuyente a las guerras civiles, la violencia callejera y la partición separatista del norte que dejaron cicatrices brutales en Costa de Marfil durante más de una década, hasta 2011, a un costo de miles de vidas.
Hoy en día, el país se siente lejos de tales conflictos a gran escala.
No hay apetito popular por un retorno a la confrontación y los políticos se mantienen alejados del discurso incendiario del pasado.
Pero la saga de Thiam muestra cómo los problemas de identidad, incluso en una forma más legalista y en esta era esperanzadamente más pacífica, aún pueden pesar mucho.
Costa de Marfil solo permite la doble nacionalidad bajo ciertas condiciones limitadas.
Así, en su fallo del 22 de abril, un tribunal de Abiyán declaró que, según los términos de una ley poco utilizada posterior a la independencia, Thiam había perdido automáticamente su ciudadanía marfileña hace casi cuatro décadas cuando adquirió la nacionalidad francesa, después de varios años de estudio en París.
Aunque oficialmente renunció a esta en febrero y así recuperó automáticamente su ciudadanía original, esto fue demasiado tarde para ser incluido en el registro de votantes o candidatos elegibles de este año.
Tidjane Thiam le dijo a la BBC: “En resumen, nací marfileño”
En vano, sus abogados argumentaron que, a través de su padre, Thiam tenía la nacionalidad francesa desde su nacimiento, lo que, si se acepta, lo eximiría de la prohibición de la doble nacionalidad.
Buscando resaltar la absurdidad e inconsistencias de la situación, argumentó que, lógicamente, el país debería devolver ahora su preciado título de la Copa de Naciones de África 2024 porque muchos de los jugadores también tienen nacionalidad francesa.
“Si aplicamos la ley de la forma en que me la aplicaron a mí, debemos devolver la copa a Nigeria, porque la mitad del equipo no era marfileño”, le dijo a la BBC.
Y el jueves podría traer otro revés en una audiencia judicial programada donde un juez podría ahora dictaminar que Thiam no puede, como no nacional, liderar el PDCI.
Las últimas dos semanas han visto un continuo debate político y legal sobre toda esta saga, con el equipo de Thiam esperando que una combinación de presión popular y negociación política discreta conduzca a un compromiso que le permita regresar a la carrera presidencial, tal vez junto con los otros contendientes excluidos.
Y Ouattara, si decide no postularse, podría querer salvaguardar su impresionante historial y asegurar su reputación internacional interviniendo con algún tipo de acuerdo que permita a Thiam postularse.
Con meses por delante antes de las elecciones, aún hay tiempo para eso. Pero nadie cuenta con ello.
Paul Melly es un miembro consultor del Programa de África en Chatham House en Londres.
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