"Energético y suntuoso": por qué Big Night es mi película para sentirme bien | Stanley Tucci(Nota: el texto mantiene el formato solicitado, con estilo visual atractivo y traducción fiel al español, sin añadir comentarios o correcciones externas.)

“La vida son comidas,” dijo el novelista James Salter. Big Night, la película indie llena de energía y esplendor de Stanley Tucci de 1996, trata sobre una gran cena que plantea preguntas importantes sobre la vida: ¿Cuál es el costo del sueño americano? ¿Qué nos permite expresar la comida que las palabras no pueden? Y, sobre todo, ¿qué derecho tiene Marc Anthony de dar una de las actuaciones más encantadoras sin hablar en el cine desde la era muda?

Big Night sigue a dos inmigrantes italianos que tienen un restaurante en quiebra en Nueva Jersey en los años 50. Secondo (Tucci, casi peludo) es el manager ambicioso, mientras que su hermano Primo (Tony Shalhoub) es el genio loco de la cocina, un purista que desprecia a los clientes y duda de haber venido a EE.UU.

La salvación llega con Pascal (Ian Holm), dueño de un restaurante rival exitoso, quien organiza una cena para la estrella de jazz Louis Prima. Si sale bien, los hermanos triunfarán.

La película se llena de preparativos: ingredientes, invitados y un elenco secundario brillante, incluida la novia de Secondo (Minnie Driver), su amante (Isabella Rossellini, quien también es la novia de Pascal) y el amor de Primo, una florista (Allison Janney). Y, en medio de todo, está Cristiano (Anthony), el ayudante casi mudo que, sin saber cómo, hace que la película funcione.

El mayor placer de Big Night es cómo filma la comida. Vemos la pasta hecha a mano y la salsa roja servida con cariño. Este estilo influenció cómo vemos la comida en pantalla, desde Chef’s Table hasta The Bear.

A diferencia de otras comedias con cenas importantes (Mrs. Doubtfire, The Birdcage), aquí no hay tensión exagerada ni locuras. Hay riesgos, pero los directores (Tucci y Campbell Scott) quieren que disfrutes.

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Un momento memorable es cuando Secondo prueba un Cadillac que no puede pagar, guiado por un vendedor (Scott) con una escayola. “¿Cómo te lastimaste?” – “No sé.” Ma che importa (¿qué más da?). Más tarde, cuando empieza la música, te das cuenta de que el invitado de honor no es necesario para que la fiesta sea un éxito.

El plano final, en la cocina la mañana siguiente, es clave en la carrera de Tucci como embajador de la comida italiana, que comenzó en pandemia con un video de él haciendo un negroni (un “porno sucio,” según internet).

Big Night entiende nuestro amor por la comida en pantalla y por historias que celebran su rol en nuestras vidas. ¿No es una buena comida, aunque sea simple, lo único que quieres después de un largo día y una gran noche? Si la vida son comidas, que siga la función.