Brandon Drenon
BBC News
Reportando desde Capitol Hill
Getty Images
El Senado de EE.UU. ha tenido una sesión de votación maratónica durante toda la noche sobre un proyecto de presupuesto masivo que es clave para la agenda del presidente Donald Trump.
La Ley del Gran Proyecto Hermoso, de casi 1,000 páginas, incluye más gasto en seguridad fronteriza, defensa y producción de energía, compensado en parte por recortes a programas de salud y asistencia alimentaria.
Su destino está en el aire, ya que los republicanos de Trump, que controlan ambas cámaras del Congreso, están divididos sobre cuánto recortar los programas sociales mientras buscan extender los beneficios fiscales.
Si se aprueba en el Senado, el proyecto volverá a la Cámara de Representantes para una votación final antes de llegar a Trump para su firma.
Desde el lunes hasta el martes, los senadores debatieron a favor o en contra de enmiendas, votando una por una en un proceso llamado "vote-a-rama", que ya lleva más de 21 horas.
Entre los críticos está Elon Musk, quien ha intensificado sus ataques contra republicanos que "prometieron reducir el gasto público" pero "votaron por el mayor aumento de deuda en la historia".
El multimillonario tecnológico estuvo a cargo del Doge (Departamento de Eficiencia Gubernamental), encargado de recortar gastos, hasta que tuvo un conflicto con Trump por esta ley.
La deuda nacional de EE.UU. es de $36 billones, según el Tesoro. El proyecto podría sumar $3.3 billones más, según estimaciones.
Los recortes propuestos podrían dejar sin seguro médico a 12 millones de estadounidenses, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Los republicanos debaten cuánto reducir en programas sociales para mantener los beneficios fiscales de Trump. Una enmienda del senador John Cornyn, que buscaba reducir pagos de Medicaid a estados que cubren a inmigrantes indocumentados acusados de ciertos crímenes, fue rechazada.
Los demócratas critican los recortes. El senador Ed Markey propuso eliminar cláusulas que, según él, obligarían a hospitales rurales a reducir servicios o cerrar. Otras enmiendas demócratas sobre asistencia alimentaria también fueron rechazadas.
"Llevamos 21 horas debatiendo enmiendas y los republicanos aún no logran 50 votos para su proyecto. Es una monstruosidad moral", dijo el senador Chris Murphy.
El domingo, los demócratas usaron una táctica para retrasar el proceso, pidiendo que se leyera en voz alta todo el proyecto (940 páginas), lo que tomó 16 horas.
Dos republicanos, incluyendo al senador Thom Tillis, votaron en contra, argumentando que el proyecto rompe promesas hechas a los votantes. Tillis luego anunció su retiro.
El senador Rand Paul también se opuso, criticando el aumento de deuda y recortes a Medicaid. Los republicanos solo pueden permitirse tres votos en contra; si pierden tres, el vicepresidente JD Vance tendría que desempatar.
La Cámara de Representantes podría votar la versión final este miércoles. La primera versión pasó por un solo voto la semana pasada.
El Partido Republicano está dividido, con los halcones fiscales amenazando con hundir el proyecto por aumentar el déficit.
A pesar de esto, la Casa Blanca confía en que Trump firmará el proyecto antes del 4 de julio.
Mientras, Elon Musk amenazó nuevamente con crear un nuevo partido si la ley se aprueba. Trump respondió sugiriendo que Doge revise los subsidios a empresas de Musk, diciendo: "Sin subsidios, Elon tendría que cerrar y volver a Sudáfrica".
(Con aportes de Bernd Debusmann Jr en la Casa Blanca)