El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó este jueves que no sabía “absolutamente nada” sobre el caso de corrupción que llevó a un alto cargo de su partido, el PSOE, a dimitir, y rechazó las peticiones de su renuncia por este asunto.
El caso aumenta la presión legal y política sobre Sánchez, uno de los líderes socialistas más longevos de Europa, cuyo círculo cercano enfrenta varias investigaciones en curso.
Santos Cerdán, secretario de organización del partido y tercera figura más importante, es sospechoso de complicidad en la supuesta adjudicación irregular de contratos públicos, según un informe judicial recién publicado.
Cerdán, diputado, renunció a todos sus cargos “para defender” al gobierno y al partido, asegurando en un comunicado que “nunca cometió ningún acto ilegal”.
Poco después, Sánchez declaró en rueda de prensa que desconocía “absolutamente nada” sobre las acusaciones contra su colaborador, enterándose por la prensa ese mismo día.
“Nunca debimos confiar en él”, dijo el presidente, añadiendo que exigió la dimisión de Cerdán.
Un juez señaló que un informe policial “revela evidencias consistentes” que sugieren que Cerdán actuó en connivencia con el exministro José Luis Ábalos y su asesor, Koldo García Izaguirre, a cambio de beneficios económicos.
La posición de Cerdán se volvió insostenible tras publicarse grabaciones donde, presuntamente, se escuchan conversaciones entre los tres sobre comisiones por contratos públicos.
Ha sido citado a declarar voluntariamente ante el Tribunal Supremo el 25 de junio.
Diputados del PP recibieron a Cerdán en el Congreso con cánticos de “dimisión”.
“Si alguien dudaba de que había una red mafiosa detrás del gobierno, supongo que ya no”, declaró Feijóo, pidiendo la renuncia de Sánchez.
“Es inaceptable en un país de la UE. Ningún primer ministro aguantaría 10 minutos tras lo revelado”, añadió.
Pero Sánchez descartó elecciones anticipadas, argumentando que el caso “afecta al partido, no al gobierno”.
‘Campaña de desprestigio’
Decenas de miles protestaron contra Sánchez el domingo en Madrid, convocados por el PP.
Ábalos, exministro acusado de recibir comisiones ilegales, enfrenta cargos por corrupción y prevaricación.
Expulsado del PSOE, sigue siendo diputado independiente. Su imnunidad fue levantada en enero.
La esposa y el hermano de Sánchez también son investigados por corrupción.
El fiscal general, Álvaro García Ortiz, podría ser juzgado por filtrar expedientes relacionados con la pareja de Ayuso.
Sánchez tachó las investigaciones de “campaña de difamación” de la derecha.
Llegó al poder en 2018 tras una moción de censura a Rajoy por casos de corrupción del PP.
Las encuestas más recientes dan al PP una ligera ventaja sobre el PSOE.
