En noviembre, los accionistas de Tesla votaron sobre un paquete de compensación propuesto de 10 años y $1 billón para el CEO Elon Musk. La presidenta de la junta directiva, Robyn Denholm, habló con el New York Times para defender lo que sería el paquete salarial más ínclito en la historia corporativa.
Denholm, quien además integraba el comité especial que formuló la propuesta de compensación, argumentó que Musk necesita estar motivado por desafíos extraordinarios vinculados a una retribución extraordinaria. A la vez, sugirió que él estaría menos interesado en la riqueza adicional que representarían las acciones prometidas de Tesla, y más en el poder de voto.
“Me parece un tanto extraño hablar de dólares cuando en realidad se trata de influencia votante”, dijo Denholm, a quien el Times describió como “ocasionalmente pareciendo nerviosa” durante la entrevista.
También puede resultar contradictorio ofrecer un paquete de plazo tan masivo cuando las ganancias y ventas de vehículos de Tesla están en descenso, pero Denholm insistió en que el plan se trata de “rendimiento futuro”.
“No se trata de un rendimiento pasado”, afirmó. “No recibe nada si no cumple con los objetivos establecidos”.
Como TechCrunch señaló anteriormente, los objetivos del paquete son considerablemente menos ambiciosos que algunas de las promesas que Musk ha realizado sobre Tesla en el pasado.
