El Paseo Marítimo de Orihuela Costa bloqueado otro verano.

Las batallas legales, los retrasos burocráticos y un largo camino hacia la reapertura de un querido paseo marítimo costero

Orihuela Costa – Los residentes y turistas en Orihuela Costa se enfrentarán a otro verano sin acceso al popular sendero peatonal que conecta Aguamarina y La Caleta en Cabo Roig, cerca de la urbanización Bellavista. Aunque los planes están en marcha, los retrasos burocráticos y logísticos significan que la tan esperada reapertura no ocurrirá a tiempo para la temporada de verano de 2025.

El Ayuntamiento de Orihuela esperaba completar los trabajos necesarios después de una sentencia de expropiación a mediados de abril. Sin embargo, con la demolición, pavimentación e instalaciones de iluminación pública aún pendientes, y un cronograma de construcción proyectado de dos meses, el objetivo de reabrir antes de la temporada turística se ha vuelto inalcanzable. El proyecto tiene un presupuesto de 38,305€.

Los funcionarios municipales mantienen que “todo está en marcha”, pero quedan pasos críticos por dar, incluida la autorización final de la Autoridad Costera Provincial. Aunque esa aprobación se concedió técnicamente en abril de 2023, vino con un plazo de un año, que ahora ha expirado. Mientras tanto, el Ayuntamiento ya ha depositado 26,180€ por la expropiación de la tierra requerida, tras una valoración realizada por el Jurado de Expropiación Provincial.

Una disputa larga y compleja

La saga se remonta a más de una década. Originalmente, el tramo de 227 metros cuadrados de tierra, ubicado en un acantilado, fue cerrado por los residentes de la urbanización Bellavista, quienes construyeron un muro en 2013. La zona había sido utilizada durante mucho tiempo como un pintoresco sendero costero. Aunque la tierra estaba destinada para uso público según el Plan General de Ordenación Urbana de 1990 y la Ley de Costas, nunca se había expropiado formalmente.

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En 2013, el entonces concejal socialista Antonio Zapata inició acciones legales para restablecer el acceso público, lo que llevó a la demolición del muro en 2015. Esa medida fue de corta duración. En 2016, un tribunal administrativo de Elche falló a favor de los residentes, determinando que el camino nunca había sido oficialmente de dominio público y ordenando su cierre y la restauración del muro.

Surgieron más apelaciones. En 2020, el Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJ) ratificó esa decisión, afirmando que el muro había sido construido legalmente antes de la entrada en vigor de la actual Ley de Costas y condenando la demolición ilegal del Ayuntamiento en 2015. El tribunal ordenó al Ayuntamiento restaurar el muro y declaró nula la orden de demolición de 2013 del gobierno local.

A pesar de un informe de la Autoridad Costera en 2017 que afirmaba que el camino estaba bajo un derecho de paso público, los tribunales concluyeron lo contrario debido al momento de la construcción del muro. Como resultado, el camino fue cerrado formalmente nuevamente en diciembre de 2021, obligando a los peatones a hacer un desvío de 2 kilómetros alrededor de un tramo de 60 metros.

Millones exigidos, miles aprobados

La batalla por la compensación añadió más complejidad. Inicialmente, los residentes de Bellavista y la empresa Cabo Roig S.A., que posee parte de la tierra, exigieron un total combinado de más de 3 millones de euros. Sin embargo, el Ayuntamiento valoró la tierra en poco más de 69,000€. El Jurado Provincial finalmente se puso del lado de la valoración más baja del Ayuntamiento, fijando la compensación en solo 26,180€.

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A pesar del proceso controvertido, el presupuesto municipal de 2024 destinó 600,000€ para la expropiación y las obras de reapertura. Sin embargo, los obstáculos legales y procedimentales han llevado el proyecto mucho más allá de su línea de tiempo inicial.

Un camino a seguir, eventualmente

La ruta peatonal, alguna vez una joya del paseo marítimo de Orihuela Costa, sigue cerrada, un símbolo de la inercia burocrática y el enredo legal. Aunque el Ayuntamiento insiste en que la reapertura sigue siendo una prioridad, los residentes se quedan esperando, una vez más, por el regreso de un sendero que muchos consideran un eslabón vital en el paseo costero y una atracción querida de la zona.

Por ahora, parece probable que el sol se ponga en otro verano sin la conexión costera Aguamarina-La Caleta.