Niños del Colegio de San Ildefonso cantando los números.
Crédito: Captura de pantalla de RTVE
Hoy se da oficialmente en España el pistoletazo de salida a la Navidad, y la temporada no es anunciada por el repique de campanas, sino por las voces angelicales de los niños que entonan las combinaciones ganadoras del sorteo de la Lotería de Navidad.
Españoles de todo el país permanecen pegados a sus televisores y radios, aferrados a sus décimos, a la espera de descubrir si ellos y su colectivo han sido agraciados con un premio del Gordo. Dichos colectivos pueden ser compañeros de trabajo, la familia o incluso los parroquianos del bar de siempre. Al pasar por cualquier cafetería, panadería o estación de servicio, se escucharán las voces cantarinas de los niños de la Escuela de San Ildefonso desde el Teatro Real de Madrid, mientras millones anotan con cuidado los números, literalmente al borde de la silla.
El primer gran premio ya se ha anunciado: un segundo premio de 125.000 euros por décimo, correspondiente al número 70048, tan solo 21 minutos después de iniciarse el sorteo. Eso significa que diez afortunados titulares podrán acercarse esta mañana a su administración de loterías para reclamar su premio —una forma inmejorable de iniciar las fiestas. El décimo agraciado ha sido vendido en Madrid. El sorteo suele extenderse durante toda la mañana, con el país prácticamente inmovil frente a las pantallas.
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El número 78477 ha traído consigo el primero de los cuartos premios, dotado con 20.000 euros por décimo, repartidos por diversas localidades del país.
Estos premios no son comparables a los del Euromillones, pero su distribución es mucho más amplia. En esencia, sin embargo, la lotería no trata solo de ganar dinero —sino más bien de participar en grupo y compartir esa ilusión colectiva, un elemento de la cultura española que define al país. También se trata de no quedarse atrás y ser el único del grupo que no resulte premiado.
Frases típicamente españolas cuando no toca la Lotería de Navidad:
Aunque no nos lleve nada, siempre queda el consuelo de haber participado, y los españoles tienen múltiples formas de expresarlo:
- “Lo importante es tener salud, que el dinero va y viene.”
- “Desafortunado en el juego, pero muy afortunado en el amor.”
- “Tampoco era tanto dinero; con eso no se arregla la vida.”
- “Peor sería que le hubiera tocado al cuñado y tuviera que escucharlo todo el año.”
- “Nos ha tocado lo más importante: seguir igual que ayer.”