El ejército sudanés acusa a las fuerzas del comandante libio Khalifa Haftar de atacar puestos fronterizos sudaneses. Es la primera vez que acusan a su vecino del noroeste de participar diretamente en la guerra civil, que ya lleva tres años.
La guerra entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), a quienes también culpan de participar en el reciente ataque, ha involucrado a varios países. Los intentos internacionales por lograr la paz han fracasado hasta ahora.
Al inicio del conflicto, Sudán ya había acusado a Haftar de apoyar a las RSF con armas. También ha señalado a los Emiratos Árabes Unidos, aliado de Haftar, de respaldar a las RSF, incluso con ataques de drones el mes pasado. Los Emiratos niegan estas acusaciones.
Egipto, que también apoya a Haftar, lleva tiempo respaldando al ejército sudanés.
En un comunicado, el portavoz del ejército sudanés, Nabil Abdallah, dijo que el ataque ocurrió en la zona fronteriza entre Libia, Egipto y Sudán, cerca de el-Fasher, la capital de Darfur del Norte.
Abdallah afirmó que el ataque es una "agresión descarada contra Sudán" y añadió: "Defenderemos nuestro país y nuestra soberanía, y venceremos, sin importar la magnitud de la conspiración respaldada por los Emiratos y sus milicias en la región".
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Sudán acusó a los Emiratos de apoyar el ataque, llamándolo una "peligrosa escalada" y una "violación flagrante del derecho internacional". Según el gobierno, la frontera con Libia ha sido usada como ruta para armas y mercenarios que apoyan a las milicias terroristas financiadas por los Emiratos.
Las fuerzas de Haftar no han respondido de momento.
Las RSF no han emitido un comunicado oficial, pero una fuente del grupo dijo a la AFP que sus combatientes tomaron el control de la entrada a Jebel Uweinat, una zona montañosa remota donde confluyen los tres países.