El director ejecutivo de una empresa finesa de bayas ha sido declarado culpable de tráfico de personas.
Foto: Peggy und Marco Lachmann-Anke via Pixabay
VERNU VASUNTA, consejero delegado de Kiantama, un mayorista finlandés de bayas con sede en Suomussalmi, ha sido condenado a tres años y medio de prisión por 62 cargos de tráfico de seres humanos relacionados con trabajadores tailandeses de la empresa. La asociada de Vasunta y ciudadana tailandesa, Kalyakorn “Durian” Phongphit, también recibió una sentencia de tres años por cargos relacionados, y la compañía fue obligada a pagar más de 600.000 euros en compensación a los empleados, 279.000 euros por daños y una multa de 100.000 euros.
En concreto, se halló a Vasunta culpable de reclutar recolectores tailandeses de bayas para la temporada de cosecha de 2022 bajo pretestos engañosos respecto a sus ingresos y condiciones de vida. Una vez que los trabajadores llegaron a Finlandia, fueron explotados por su mano de obra: durante diez semanas, cada recolector cosechó entre 2.400 y 4.000 kilogramos de bayas, y la mayoría solo obtuvo unos pocos cientos de euros después de deducir los gastos de viaje, vehículo, comida y alojamiento. Estas condiciones se ajustaron a la descripción legal de trata de personas.
El tribunal también determinó que los pasaportes de los trabajadores fueron retenidos al llegar a Finlandia, y se les había obligado a firmar acuerdos de deuda antes de su llegada al país, lo que los hacía totalmente dependientes de Kiantama. Supuestamente, se les cobró de más por vuelos, visados y comida mediante estos convenios. Aunque tienen derecho a recolectar y vender bayas de forma independiente (excepto en propiedades privadas) según la ley finesa, el “derecho de acceso público”, no fueron informados de ello.
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Además de las mencionadas multas y penas de prisión, el rango militar de Vasunta fue revocado y tanto él como Phongphit recibieron la orden de pagar conjuntamente 30.000 euros para cubrir los costes de recopilación de pruebas del estado y una multa adicional por delitos contra las víctimas al estado finlandés.
El caso puso de relieve la explotación y vulnerabilidad de los trabajadores extranjeros en Finlandia, particularmente en la industria de la recolección de bayas.
El abogado de Vasunta ha declarado que probablemente se recurrirá el veredicto. La sede de Kiantama en Suomussalmi aparece ahora como “Cerrada Permanentemente” en Google.
