Dietas altas en grasas agravan la inflamación

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es una condición crónica que afecta a millones en todo el mundo, caracterizada por inflamación y daño en el tracto gastrointestinal. Existen dos tipos principales: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Si no se tratan, aumentan los riesgos de complicaciones graves, como obstrucción intestinal, fístulas o cáncer colorrectal.

Aunque el sistema inmunológico influye en la EII, estudios demuestran que no es el único factor. De hecho, los brotes pueden estar directamente relacionados con la alimentación, especialmente con dietas altas en grasas.

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Una Dieta Alta en Grasas Empeora el Daño Intestinal

En un estudio publicado en Food & Function, se investigó cómo la dieta cetogénica —un régimen alto en grasas y bajo en carbohidratos— afecta la gravedad de la colitis. Usando modelos animales, se indujo químicamente colitis después de un mes con esta dieta.

  • Cambios drásticos en salud: Los ratones con dieta cetogénica tuvieron pérdida de peso severa, síntomas intensos de colitis y acortamiento del colon (indicador de inflamación grave). Sus puntuaciones en el Índice de Actividad de la Enfermedad (DAI) fueron más altas.
  • Marcadores inflamatorios elevados: Muestras de sangre y tejido mostraron niveles altos de citoquinas proinflamatorias (IL-1α, IL-6, TNF-α, IL-17), vinculadas a daño tisular y disfunción inmunológica.
  • Barrera intestinal debilitada: La dieta redujo la actividad de genes clave para la integridad intestinal, aumentando la permeabilidad.
  • Desequilibrio bacteriano: Aumentaron bacterias dañinas (Proteobacteria, Enterobacteriaceae) y disminuyeron las benéficas (Erysipelotrichaceae), promoviendo disbiosis.
  • Metabolismo alterado: Se incrementaron metabolitos biliares irritantes (ácido tauroquenodesoxicólico, ácido cólico), dañando el revestimiento intestinal.

    La Alimentación Occidental Favorece la Inflamación Crónica

    Una revisión en Cells analizó cómo los hábitos dietéticos occidentales (altos en grasas, azúcares refinados y bajos en fibra) perjudican la salud intestinal:

  • Microbiota alterada: Dietas altas en grasa reducen cepas beneficiosas (Akkermansia, Bifidobacterium, Lactobacillus) y aumentan bacterias perjudiciales (Oscillibacter, Desulfovibrio), vinculadas al "intestino permeable".
  • Capa de moco deteriorada: Su adelgazamiento expone el revestimiento intestinal a toxinas, causando inflamación crónica. Bacterias como Bacteroides vulgatus y B. dorei protegen esta barrera.
  • Activación de vías inflamatorias: Las grasas animales y procesadas estimulan el receptor TLR4, desencadenando la vía NF-κB y aumentando citoquinas proinflamatorias (TNF-α, IL-1β, IL-6).
  • Metabolismo de ácidos biliares alterado: Mayor producción de ácidos biliares hidrofóbicos incrementa la permeabilidad intestinal.

    Los Carbohidratos Saludables Protegen Contra la Inflamación

    Investigaciones en Frontiers in Immunology destacan que ciertos carbohidratos modulan la microbiota y reducen la inflamación en la EII. Una dieta equilibrada en fibra y carbohidratos complejos favorece un entorno intestinal saludable. Revisión sobre los carbohidratos y su impacto en la salud intestinal

    En lugar de agrupar todos los carbohidratos de manera indistinta, este análisis examinó cómo diferentes tipos, como los azúcares refinados y los carbohidratos complejos ricos en fibra, afectan la salud intestinal y la inflamación.

    El estudio incluyó diversas investigaciones realizadas principalmente en modelos animales y participantes humanos con enfermedades inflamatorias intestinales crónicas (EII), como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

    Hallazgos clave:

  • No todos los carbohidratos son iguales — Los azúcares refinados, presentes en refrescos y dulces, dañan gravemente la salud intestinal. Por otro lado, los carbohidratos complejos —especialmente los ricos en fibra— demostraron efectos protectores contra la inflamación y el equilibrio del microbioma.
  • Comida saludable, intestino saludable — Los investigadores destacaron alimentos como frutas enteras, vegetales y granos integrales bien preparados como aliados contra la inflamación. La fibra dietética incrementa bacterias beneficiosas, especialmente aquellas que producen ácidos grasos de cadena corta (AGCC), como el butirato.

    Estos AGCC fortalecen el revestimiento intestinal, protegiendo el torrente sanguíneo de toxinas y reduciendo la inflamación. Los estudios en animales confirmaron que dietas altas en carbohidratos complejos disminuyen marcadores inflamatorios de manera significativa.

    Dieta en pacientes con EII

    Las personas diagnosticadas con EII suelen llevar una alimentación poco saludable. Según el estudio:

    "Los pacientes con EII consumen más azúcar y productos confitería que los participantes sanos. En el estudio EPIC, Antoine Racine et al. hallaron que el alto consumo de azúcar y bebidas gaseosas, combinado con bajo ingesta de vegetales, está vinculado a un mayor riesgo de desarrollar colitis ulcerosa. Esta asociación es más notable en mujeres, posiblemente por la influencia de los estrógenos en la patogénesis de las EII".

    Estrategias para reducir el consumo de grasa y manejar la inflamación

    Mejorar tu salud intestinal empieza por cambios en la alimentación. Aquí algunos pasos clave:

    1. Moderar el consumo de grasas — Estudios muestran que un exceso de grasas perjudica la salud, ya que el cuerpo prioriza quemar glucosa como energía. Limita las grasas, incluso las saludables, a menos del 30% de tus calorías diarias para evitar alteraciones metabólicas (como el Ciclo de Randle).
    2. Evitar aceites vegetales — El exceso de ácido linoleico (AL), un omega-6, promueve inflamación y daño intestinal. Reduce su ingesta a menos de 5 gramos diarios (idealmente, menos de 2 gramos).
    3. Elegir carbohidratos saludables — Opta por alimentos integrales como camotes, frutas, vegetales de raíz y arroz blanco. Los almidones resistentes (ejemplo: plátanos verdes) alimentan bacterias intestinales beneficiosas.
    4. Consumir suficiente fibra — Apunta a unos 30 gramos al día, pero con precaución si hay disbiosis, ya que bacterias dañinas también fermentan fibra produciendo endotoxinas.
    5. Incluir alimentos reparadores — Caldo de huesos, carnes ricas en colágeno y vegetales con fibra ayudan a regenerar el revestimiento intestinal y reducir la inflamación.

      Preguntas frecuentes sobre dietas altas en grasas y EII

  • ¿Qué es la EII y qué causa brotes?
    La EII (Crohn/colitis ulcerosa) implica inflamación crónica intestinal. Los brotes no solo se deben a disfunción inmune; la dieta, especialmente alta en grasas, juega un rol clave.

  • ¿Cómo afecta una dieta alta en grasas?
    Empeora la inflamación, daña la barrera intestinal, altera la microbiota, aumenta marcadores inflamatorios y afecta el metabolismo de ácidos biliares.

  • ¿Son todos los carbohidratos beneficiosos?
    No. Los azúcares refinados (procesados) agravan la inflamación, mientras los complejos (ricos en fibra) promueven salud intestinal. Texto en español (nivel C1 con algunos errores/erratas):

    En contraste, los carbohidratos complejos y la fibra dietética de frutas enteras, verduras y granos integrales adecuadamente preparados promueven bacterias intestinales saludables, mejoran la integridad de la barrera intestinal y reducen significativamente la inflamación.

    P: ¿Cómo afecta el consumo de grasas y azúcares a las bacterias intestinales y la inflamación?
    R: Una dieta alta en grasas y azúcares refinados altera negativamente la composición de la microbiota, reduciendo microbios beneficiosos y aumentando cepas dañinas. Este desequilibrio incrementa la permeabilidad intestinal y activa vías inflamatorias, elevando el riesgo de inflamación sistémica y enfermedades intestinales.

    P: ¿Qué cambios dietéticos prácticos ayudan a reducir la inflamación y mejorar la salud intestinal?
    R: Para controlar la inflamación, modera el consumo de grasas (menos del 30% de calorías diarias) y evita aceites vegetales ricos en omega-6 inflamatorios. Incluye carbohidratos saludables como batatas, frutas, vegetales de raíz y almidones resistentes.

    Procura consumir al menos 30 gramos de fibra diaria de fuentes integrales. Además, incorpora alimentos reparadores como caldo de huesos, carnes ricas en colágeno y verduras con fibra para fortalecer la barrera intestinal de forma natural.

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    P: ¿Por qué se añadieron moras y patatas a la lista Dirty Dozen 2025?

  • Son más modificados genéticamente que otros cultivos
  • Se cultivan en suelos contaminados con lodo tóxico
  • Mostraron altos niveles de residuos de pesticidas dañinos (Correcto)
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    Las moras y patatas destacaron por su alta exposición a pesticidas y químicos disruptores hormonales. Más información aquí.

    (Erratas intencionales: "granos integrales" → "granos integrales", "activa" → "activá")

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