Detenida banda hooligan narcotraficante tras celebración nazi en la Costa del Sol

Una despedida de soltero con temática nazi en la Costa del Sol representó uno de los últimos momentos de libertad para una conocida firma de hooligans futbolísticos vinculada al narcotráfico.

El líder de la banda Suburbios, Daniel MF —apodado El Ratilla—, y su grupo de matones causaron conmoción entre los locales al desfilar con camisetas de un rojo brillante adornadas con grandes esvásticas por las calles de Málaga a principios de este mes.

Según informes, el grupo consumió alcohol en exceso, realizó saludos nazis y entonó cánticos fascistas bajo el sol andaluz mientras celebraban las inminentes nupcias de su líder.

El Ratilla fue detenido junto con más de una docena de miembros de su pandilla poco después de su boda, celebrada en Madrid el 20 de septiembre.

En una imagen de la boda, subida a canales de redes sociales de corte fascista, los rostros de los invitados aparecen ocultos tras emoticonos de Hitler.

El enlace de El Ratilla tuvo lugar en la iglesia San Esteban Protomártir de Fuenlabrada, al sur de Madrid.

Los invitados encendieron bengalas a la salida de la iglesia cuando la pareja emergió, para luego trasladarse a una finca cercana donde se celebró el banquete. Posteriormente, algunos subieron fotos con los rostros cubiertos por emojis de Hitler.

Lo que no sabían era que la policía de paisano los había estado observando todo el tiempo.

Las fuerzas de seguridad decidieron actuar dos días después, deteniendo a El Ratilla y a 12 de sus socios justo cuando se preparaba para partir de luna de miel, ante el temor de que pudiera huir si se le permitía salir del país.

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Los registros sacaron a la luz un impactante alijo de propaganda nazi, que incluía camisetas con retratos del dictador alemán, el nombre de Suburbios y la frase ‘Hijos de Hitler’, así como panfletos y literatura fascista.

También se incautaron cinco kilos de cocaína, más de 100.000 euros en efectivo y un arsenal de armas, incluyendo nunchakus.

Posteriormente, El Ratilla fue ingresado en prisión provisional en Soto del Real, acusado de narcotráfico y blanqueo de capitales.

La policía indicó que el grupo se financiaba mediante los llamados ‘vuelcos’—asalto violentos a narcotraficantes rivales— y blanqueaba los beneficios a través de una serie de negocios vinculados a Ratilla y sus familiares. Entre estos se encuentran un bar en la calle Pintor Rosales de Madrid, un salón de masajes en la calle Princesa y una tienda de camisetas llamada Imperio en Fuenlabrada.

En uno de los registros, los agentes allanaron su nave industrial en la calle Galicia de Fuenlabrada—un antiguo puesto de carnicero reconvertido en tienda de camisetas—, donde se incautaron de varias bolsas con pruebas antes de trasladar al líder esposado a un vehículo policial.

La banda Suburbios surgió como una escisión del Frente Atlético de el Atlético de Madrid, pero fue expulsada en 2014 cuando hasta los ultras más radicales renegaron de ellos.

En aquel momento, una pancarta desplegada en el estadio Vicente Calderón rezaba: ‘Antinarconazis’.

Desde entonces, la pandilla se ha labrado una reputación de violencia y extremismo.

El Ratilla luce numerosos tatuajes nazis, como una esvástica en el pecho, un retrato de Hitler a lo largo del costado, un discurso del führer inscrito en su torso y la calavera de las SS (Totenkopf) en la mano.

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Ha sido fotografiado en actos de homenaje a la División Azul, los voluntarios españoles que lucharon en el ejército de Hitler, y en tributos al líder fascista croata Ante Pavelić.

Miembros de Suburbios también han participado en marchas homófobas en el barrio de Chueca en Madrid, coreando consignas como “fuera maricas de nuestros barrios”, y se han manifestado frente a centros de migrantes para exigir deportaciones.

El propio Ratilla cuenta con antecedentes por actos violentos. En 2021 fue fotografiado liderando la banda en la marcha de Chueca.

En 2022, según relató El Mundo, intentó agredir a un periodista, persiguiéndolo por la calle mientras le gritaba amenazas como “sé dónde vives”.

Ya había cumplido condena en prisión una década atrás, y sus seguidores han organizado actos y colectas en su apoyo, ondeando en ocasiones pancartas con la leyenda ‘Ratilla libertad’.

Entre los asistentes a su boda se encontraba Ricardo Guerra, el ultra del Atlético condenado por el asesinato del aficionado de la Real Sociedad Aitor Zabaleta en 1998, así como su mano derecha, J. Piquenque, tristemente célebre por liderar una turba que asaltó la ciudad deportiva del Atlético en 2005 para enfrentarse a los jugadores.

El ascenso de la pandilla estuvo vinculado a El Niño Skin, otro ultra de ultraderecha que llegó a controlar los Ultras Sur del Real Madrid antes de adentrarse en el narcotráfico y los robos violentos.

Ratilla y Niño Skin fueron aliados en el pasado, aunque posteriormente surgieron desavenencias que, según se rumorea, desembocaron en un enfrentamiento físico.

Las autoridades llevaban meses investigando a la banda Suburbios antes de la despedida de soltero en Málaga y la boda en Madrid.

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Las detenciones desmantelaron lo que la policía describe como una célula supremacista violenta que aunaba hooliganismo, racismo y crimen narco.

En lugar de despegar del aeropuerto de Barajas con destino a un resort de cinco estrellas, Ratilla fue conducido bajo custodia a la prisión de Soto del Real, donde aguarda ahora su juicio.