De refugios históricos a santuarios costeros de diseño, aquí está la Parte 2 de mi guía de los mejores spas hoteleros de la isla, ya sea que te quedes a dormir o solo pases por el día.
Noroeste
La Residencia, A Belmond Hotel – Deià
Ubicado entre olivares y las imponentes laderas de la Serra de Tramuntana, el spa de La Residencia es un remanso de elegancia mallorquina y tranquilidad terrenal. Enclavado en la belleza pétrea de Deià, este spa se inspira en el legado artístico y natural de la zona para ofrecer experiencias profundamente reparadoras. Las luminosas salas de tratamientos se abren a jardines donde el aroma de azahares y romero impregna el aire. Hay piscina cubierta, jacuzzi, sauna, baño de vapor y pérgolas al aire libre para masajes donde el canto de los pájaros reemplaza la música ambiental. Los tratamientos emplean ingredientes naturales y un enfoque holístico del bienestar.
Acceso al spa: Abierto a no huéspedes.
Por qué ir: Por el aire de montaña, los botánicos mediterráneos y el confort refinado.
Jumeirah Port Soller Hotel & Spa – Puerto de Sóller
Encaramado espectacularmente en un acantilado con vistas al brillante mar del noroeste, el Talise Spa del Jumeirah Port Soller es un santuario de lujo suspendido entre mar y cielo. Espacioso y con ventanales panorámicos hacia la Serra y el Mediterráneo, cuenta con piscina hidroterapia, hammam, sauna, fuente de hielo y una terraza de relajación. Sus tratamientos fusionan técnicas orientales y occidentales, ofreciendo rituales en pareja como el "Ritual Oriental para Dos". Todo, desde los aceites hasta el ambiente, está curado para potenciar la calma y la conexión.
Acceso al spa: Abierto a no huéspedes.
Por qué ir: Por las vistas espectaculares, terapias sofisticadas y paz panorámica.
Centro de Mallorca
Finca Serena – Montuïri
Rodeado de 40 hectáreas de olivos, campos de lavanda y viñedos, el spa de Finca Serena es un refugio donde la naturaleza marca el ritmo. El bienestar aquí es pausado, elemental y arraigado a la tierra. Reservado para huéspedes, sus amplios ventanales integran el paisaje. Los tratamientos usan ingredientes naturales y técnicas de equilibrio, como "La Cura", un ritual facial antestrés con masaje tisular profundo. El yoga al amanecer y el silencio completan la terapia.
Acceso al spa: Solo para huéspedes.
Por qué ir: Por la simplicidad, quietud y reconexión en el campo mallorquín.
Norte de Mallorca
El Vicenç de la Mar – Cala Sant Vicenç
En una cala apartada, este spa combina diseño costero con serenidad relajada. Bañado de luz y texturas cálidas, emplea productos Natura Bissé en tratamientos personalizados. Tras tu sesión, relájate en el jardín japonés o en la piscina con vistas a la bahía.
Acceso al spa: Abierto a no huéspedes.
Por qué ir: Por elegancia, privacidad y la brisa curativa del mar.
Four Seasons Hotel Formentor – Pollensa
Entre pinos y la bahía de Pollença, este spa refleja la belleza norteña con tratamientos inspirados en el mar y botánicos locales. Terapias con sal marina, masajes de aceite de almendras y faciales de lavanda. Ofrece "wellness journeys" personalizados, yoga con vistas y paseos por senderos naturales.
Acceso al spa: Abierto a no huéspedes.
Por qué ir: Por la calma costera, tratamientos naturales y el lujo discreto.
Noreste
Carrossa Hotel & Spa – Artà
En las colinas del noreste, este spa de 1.500 m² integra vistas panorámicas a olivares y mar. Con piscina cubierta, saunas, baño de vapor y gim
