La organización se dedicaba a reclutar inmigrantes marroquíes que pretendían entrar en España. Después de pagar una cantidad significativa de dinero, estos individuos eran transportados en avión desde Marruecos a Rumania, donde luego eran llevados en furgonetas y camiones a varios países de la Unión Europea, incluida España.
El líder de la organización criminal actuaba como enlace entre sus miembros con base en España, Marruecos y Rumania, estableciendo precios y condiciones para las operaciones de transporte. Una vez que el migrante aceptaba el precio para llegar a España, el líder daba instrucciones específicas a los demás miembros de la organización.
Los individuos arrestados empleaban medidas de seguridad diseñadas para dificultar las investigaciones policiales, como el uso de vehículos de enlace o rutas fronterizas menos patrulladas.
En Rumania, el grupo criminal estableció un “centro logístico” dedicado a esconder o ocultar a los migrantes justo antes de que comenzaran los viajes.
Se estima que la organización llevó a cabo con éxito alrededor de 50 traslados a España en los últimos dos años, transportando grupos de 20 a 50 personas en cada traslado, cobrando aproximadamente €3,000 por persona.
Esta operación fue liderada por el Grupo de Información del Comando de Navarra, con el apoyo del Grupo de Información de Murcia, la Unidad Central Especial 3 y el equipo USECIC Murcia para apoyo operativo. Europol y la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (FRONTEX) también colaboraron en la operación.
Esta acción forma parte de los objetivos del Plan Estratégico de la Guardia Civil, centrándose específicamente en la lucha integral contra las redes de inmigración irregular y el control de los flujos migratorios irregulares.