Es el peor escenario posible, pero ¿cuál es la normativa sobre la legítima defensa en el hogar en España y cómo se compara con la de otros países?
Cada ciertos años, ya sea en España o en otras partes del mundo, parece surgir un caso judicial polémico que involucra a un propietario que se defiende de un intruso. Pero, ¿es un caso claro y cerrado, podrías pensar? Si alguien ingresa en mi propiedad, puedo defenderme como mejor me parezca, ¿verdad?
Bueno, no exactamente.
Lo que constituye una fuerza razonable, o una respuesta justificable, y lo que se considera proporcionado; todos estos son conceptos legales que son subjetivos, circunstanciales y deben probarse ante un tribunal.
Es una situación en la que nadie sueña con verse, pero ¿cómo puedes defenderte en tu hogar en España? ¿Cuál es la ley y en qué se diferencian las normativas de legítima defensa de las de otros países?
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Legislación española
En España existen dos códigos legales principales: el Código Penal, que abarca el derecho penal (en términos coloquiales, básicamente significa delitos y castigos), y la Ley de Enjuiciamiento Criminal, o código de procedimiento penal.
En el derecho penal español, la legítima defensa se recoge en el Artículo 20.4 del Código Penal, que describe las exenciones legales de responsabilidad criminal en situaciones donde las personas se defienden a sí mismas o a su propiedad (o defienden a otros o sus bienes), si se cumple cada uno de los siguientes criterios:
El defensor debe estar respondiendo a una agresión ilegítima que amenace con un peligro grave e inminente de lesión, considerada como tal a ojos de la ley.
Que los métodos utilizados para prevenir o combatir dicha agresión fueran racionalmente necesarios.
Una falta de provocación “suficiente” por parte del defensor.
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Dejando a un lado la compleja jerga legal española, simplemente se exime de responsabilidad criminal a una persona, incluyendo cualquier demanda de indemnización, si su defensa fue contra una violencia ilegítima; que existiera una necesidad justificada de emplear los medios utilizados —en otras palabras, si el método, ya fuera con arma o no, estaba justificado—; y que la agresión no hubiera sido provocada por el propietario.
Crucialmente, el Artículo 20.4 establece que la entrada ilegal en una propiedad privada constituye violencia ilegítima. Es decir, si alguien ingresa ilegalmente en tu hogar, tienes el derecho, legalmente hablando, a defenderte si la situación cumple con todos los demás criterios.
Sin embargo, debes probar que has cumplido con estos requisitos para ser exonerado.
Armas de fuego para autodefensa en España
Contrario a la creencia popular, sí hay armas en España. En 2017, la Encuesta de Armas Pequeñas de Ginebra estimó que en España había hasta 780.000 armas de fuego en posesión ilegal, pero esa cifra podría ser mayor.
No es nada comparado con Estados Unidos, por supuesto, pero también hay formas de obtener un arma legalmente en España. Esto es más común para la caza y el tiro deportivo, pero pocos saben que también existe una licencia especial para obtener un arma por motivos de autodefensa.
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Se cree que hay hasta 8.000 españoles con permiso especial para portar armas en defensa propia –aquellos declarados “en riesgo” a los que la policía española otorga una ‘licencia B’.
Los solicitantes deben demostrar que están en riesgo o temen por sus vidas, y se cree que la mayoría de estos titulares de la licencia B especial son figuras públicas de alto perfil como políticos o futbolistas, o aquellos que podrían entrar en contacto con criminales, como vendedores de armas, jueces o magistrados, y exmiembros de la policía y el ejército. Las armas deben ir ocultas.
En los últimos años ha habido debate sobre el uso de armas de fuego para autoprotección en España, con casos notorios de propietarios encarcelados por disparar en legítima defensa, incluyendo a un octogenario que fue a prisión tras disparar a un asaltante que irrumpió en su casa en Tenerife y atacó a su esposa.
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Ha sido un tema recurrente en la retórica populista del partido de ultraderecha Vox, cuyo líder, Santiago Abascal, ha abogado por relajar el control de armas en España.
Comparativa internacional
Estados Unidos
Con la proliferación de armas en los Estados Unidos, quizá sea el país más asociado con las controversias sobre la defensa en el hogar —a menudo denominada ‘standing your ground’ (mantener tu posición). Pero, ¿cuál es la ley?
El sistema estadounidense se basa en el principio del common law de lo que se conoce como la “doctrina del castillo”. Esta consagra el derecho a usar la fuerza razonable, incluida la fuerza letal, para defenderse de intrusos en el hogar. La ley varía ligeramente según la legislación estatal, y algunos estados emplean una cláusula de ‘deber de retirada’ como táctica de desescalada, pero la ‘doctrina del castillo’ sigue siendo una base fundamental para todos.
Como en España, el derecho a la legítima defensa en el hogar depende de varios criterios, los cuales deben cumplirse todos:
El propietario o inquilino creyó genuinamente que enfrentaba un ataque ilegítimo contra su persona o propiedad.
Creía que la fuerza utilizada o amenazada era “necesaria para prevenir o terminar con la interferencia”.
Que esa creencia, incluso equivocada, fuera ‘objetivamente razonable’.
Que el ataque estaba ocurriendo en ese momento o era inminente.
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Reino Unido
Según el sitio web GOV.uk, la ley británica sobre la defensa en el hogar se basa en una comprensión flexible del uso de “fuerza razonable” para protegerse si se comete un delito dentro de su casa.
Esto significa que puede protegerse, incluso usando un objeto como arma, e impedir que un intruso escape, por ejemplo, derribándolo al suelo.
Legalmente, no existe una definición concreta de lo que realmente implica la “fuerza razonable”. Todo es muy subjetivo y depende de las circunstancias del incidente en particular. Contrario a la creencia popular, no tiene que esperar a ser atacado antes de defenderse en su hogar.
Sin embargo, se arriesga a ser procesado si continúa el ataque después de que ya no está en peligro —si el intruso quedó inconsciente, por ejemplo— o si le pone una trampa a alguien.
Francia
El Artículo 122-5 del Código Penal francés establece: “No incurrirá en responsabilidad criminal la persona que, enfrentada a un ataque injustificado contra sí misma o un tercero, realice simultáneamente un acto necesario para la legítima defensa, excepto si los medios empleados son desproporcionados con respecto a la gravedad de la agresión.”
Como en la mayoría de los países, en Francia la legítima defensa es legal solo si ocurre simultáneamente al ataque, es proporcional a la fuerza empleada y la amenaza es injustificada.
En términos simples, similar al sistema español, el comportamiento del propietario debe ser proporcionado a la amenaza. Por ejemplo, responder a un abuso verbal disparando a alguien se consideraría desproporcionado y conllevaría riesgo de procesamiento.