Se prevé que la Costa del Sol experimente el mayor auge turístico de su historia, impulsado por la potente combinación de una expansión hotelera de lujo, una oferta cultural de primer nivel y una excelencia gastronómica.
El prestigioso medio Condé Nast Traveler es el responsable de esta autorizada previsión, que sitúa a la provincia de Málaga como uno de los diez destinos imperdibles de España y Portugal para 2026.
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El atractivo: cultura, cocina y el lugar donde dejarse ver
Según la revista, la región se alista para un año aún más “deslumbrante” y un “nuevo amanecer” que consolidará su estatus como visita ineludible en 2026. El catalizador principal es el notable incremento de la oferta de alta gama. El litoral acogerá varias aperturas emblemáticas, como el tan esperado complejo de Four Seasons en Marbella y The Meliá Collection en Estepona. Esta infusión de alojamientos premium está transformando la zona en un centro indiscutible del glamour mediterráneo.
Además del lujo, la vibrante escena cultural de la región juega un papel igual de crucial para atraer al turismo internacional. Málaga capital, su epicentro cultural, sigue alardeando del reputado Museo Picasso y del animado y auténtico ambiente de su Feria. Aunque grandes proyectos futuros, como el CaixaForum Málaga, están planeados para 2027, el paisaje artístico actual y la bulliciosa vida cultural callejera ya son un imán potentísimo. La publicación señala que la combinación de cultura y un estilo de vida envidiable hace que la zona sea “eterna y siempre cambiante”.
La gastronomía constituye el tercer pilar de este presagio boom. El medio elogia la escena de restaurantes con estrella Michelin, destacando Blossom, Kaleja y José Carlos García en la capital, junto con Sollo en Fuengirola, como establecimientos que ofrecen tanto excelencia culinaria como prestigio social.
El aeropuerto de Málaga se prepara
El Aeropuerto de Málaga (AGP) ya está respondiendo a esta marea creciente de visitantes, con ambiciosos planes de expansión motivados por un aumento exponencial del tráfico, que es evidente para cualquiera. Tras la pandemia, el número de pasajeros se recuperó de forma espectacular, pasando de menos de 9 millones en 2021 a más de 18,4 millones en 2022 (acercándose así al referente prepandemia de 19,8 millones en 2019). En 2024, la infraestructura batió todos los récords al acoger a casi 25 millones de pasajeros, una cifra que se prevé sea superada de nuevo a finales de 2025.
En otro giro interesante, la demografía del visitante está cambiando de manera notable. Aunque los británicos siguen siendo los turistas más fieles a Málaga, seguidos de cerca por alemanes y neerlandeses/franceses, el grupo de mayor crecimiento es el de los estadounidenses. Favorecidos por nuevas conexiones de vuelos directos, el número de visitantes norteamericanos experimentó incrementos superiores al 26% en 2024, lo que apunta a un cambio significativo en el público objetivo de la región.
Todos los grandes municipios de la costa se beneficarán de este fenómeno, desde la reluciente vida nocturna de Marbella —apodada el “termómetro del glamour mediterráneo”— hasta la autenticidad y calidez que se encuentran en Torremolinos y Benalmádena. Con todos estos factores alineados, 2026 parece destinado a superar todos los récords turísticos anteriores, consolidando definitvamente a la Costa del Sol como la potencia turística global del Mediterráneo.
