Cristina Fernández de Kirchner, expresidenta de Argentina y una de las figuras políticas más polarizantes del país, fue condenada a prisión el martes e inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos después de que la Corte Suprema confirmara su condena por corrupción.
El fallo probablemente aumentará las tensiones políticas en el país y llega después de que Kirchner, quien fue víctima de un intento de asesinato hace tres años, anunciara planes para un regreso político.
Sus seguidores bloquearon autopistas claves cerca de la capital, Buenos Aires, antes de la decisión judicial contra Kirchner, de tendencia izquierdista, quien ha tenido choques repetidos con el presidente derechista Javier Milei. Mientras, los sindicatos amenazaron con huelgas nacionales.
La Corte Suprema rechazó un recurso de Kirchner, confirmando una sentencia de seis años dictada por un tribunal inferior que la encontró culpable de defraudar al estado durante sus dos mandatos como presidenta (2007-2015).
Aún así, Kirchner, de 72 años, es poco probable que cumpla mucho tiempo en prisión, ya que la ley argentina suele permitir arresto domiciliario para mayores de 70. Un juez decidirá si aplica esta medida.
Según Andrés Gil Domínguez, profesor de derecho constitucional, podría estar detenida en una comisaría unos días hasta que se apruebe su arresto en casa.
Presente en la política argentina por más de tres décadas, Kirchner sigue siendo una figura divisiva. Mientras muchos la ven como símbolo de mala gestión económica y corrupción, otros le son leales por sus programas sociales.
Kirchner, también vicepresidenta entre 2019 y 2023, enfrentó múltiples acusaciones de corrupción. En 2022 fue condenada por dirigir contratos de obra pública a un amigo y socio.
Ella denunció las acusaciones como motivadas políticamente, acusando a sus rivales de usar el poder judicial para limitar su influencia.
El tribunal determinó que el esquema comenzó con su esposo, Néstor Kirchner (presidente 2003-2007), y continuó en sus mandatos. Él falleció en 2010.
Desde 2024, ella lidera el Partido Justicialista, principal oposición a Milei y mayor plataforma del peronismo, movimiento clave en la historia política argentina.
Milei suele culpar a Kirchner y su esposo por años de mala gestión económica y corrupción que hundieron al país. Él ganó en 2023 prometiendo recortar gasto público.
Kirchner anunció recientemente su candidatura a la legislatura bonaerense este año. Una victoria le habría dado inmunidad para no cumplir la condena.
"La coincidencia no es una categoría política", dijo Kirchner a sus seguidores antes del fallo. "Solo bastó que anunciáramos mi candidatura para que se desataran los demonios."
Ella calificó los intentos de encarcelarla como un modo de silenciar sus críticas a las políticas económicas de Milei, que incluyen duras medidas de austeridad.
"Adelante, métanme en prisión", dijo. "¿Creen que esto arreglará algo? Yo estaré tras las rejas, pero la gente seguirá peor."
Durante su juicio en 2022, simpatizantes se reunían diario afuera de su departamento en Buenos Aires.
En septiembre de ese año, un hombre apuntó con un arma cargada a su cabeza a corta distancia. El arma se trabó y ella no resultó herida. El acusado y dos cómplices están detenidos.
La expresidenta enfrenta otros casos legales, como lavado de dinero, corrupción en obras públicas y encubrir el presunto rol de Irán en el atentado a un centro judío en 1994 que dejó 85 muertos.