Según el informe de la Guardia Civil, se le realizó la prueba de alcoholemia al conductor de un autocar, la cual arrojó un resultado de cinco veces por encima del límite legal permitido.
En la madrugada del sábado, dieciocho de octubre, los agentes de tráfico de Manacor llevaban a cabo controles rutinarios de alcoholemia en las afueras de Petra. Fue entonces cuando se procedió a la detención del autobús, el cual se encontraba repleto de personas que regresaban de una boda.
Los oficiales observaron que el conductor presentaba claros indicios de hallarse bajo los efectos del alcohol, cosa que confirmó el etilómetro.
El vehículo quedó inmovilizado —no hay información sobre qué sucedió con los pasajeros— y se inició una investigación. El conductor se enfrenta a la posiblidad de una suspensión del permiso de conducción de hasta cuatro años.