La comunidad científica mantiene un encendido debate sobre la resurección del dodo, un ave no voladora extinta hace más de trescientos años. La firma de biotecnología Colossal Biosciences se acerca a su revivir mediante ingeniería genética revolucionaria.
¿Conllevan estos experimentos profundos riesgos morales o resulta éticamente aceptable manipular la línea temporal de la naturaleza, hacer un “Parque Jurásico”, y devolver a la vida una especie que la caza humana erradicó hace siglos? El último avance de la compañía, la cultivación de células germinales primordiales de palomas —precursoras de espermatozoides y óvulos—, ha avivado esta profunda cuestión, forzando una reflexión sobre los límites de la ambición científica y la responsabilidad humana hacia el pasado.
El proyecto de resucitar al dodo provoca advertencias de los científicos
El plan de revivir al dodo conlleva riesgos profundos, mientras los críticos advierten de caos ecológico imprevisto y vaguedad ética en esta práctica científica. Introducir aves genéticamente editadas en Mauricio, el antiguo hogar insular del dodo, podría alterar ecosistemas frágiles, como ya hemos visto con los periquitos verdes invasores por toda Europa y la pérdida de hábitat de otras criaturas, lo que potencialmente desataría un efecto dominó impredecible, como cadenas tróficas alteradas o competencia con especies nativas.
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Expertos escépticos, como Rich Grenyer de Oxford, sostienen que la de-extinción puede desviar recursos cruciales de batallas conservacionistas urgentes, como el efecto de restringir la caza, que amenazan a miles de especies vivas en la actualidad. Asimismo, replicar la composición genética exacta del dodo sigue siendo un desafío colosal; las aves resultantes podrían ser apenas similares en apariencia pero con consecuencias más amplias en la cadena alimentaria natural, lo que genera dudas sobre su autenticidad y aumenta los riesgos de interferir en el diseño grandioso de la evolución.
Pero, ¿cuáles son los aspectos positivos de la iniciativa científica para resucitar al dodo?
No obstante, los defensores de revivir al dodo afirman que existen ventajas persuasivas que podrían redefinir la conservación y la biodiversidad. Mediante el uso de herramientas como CRISPR para editar ADN de paloma en gallinas portadoras, Colossal espera restaurar funciones ecológicas perdidas, como la dispersión de semillas, que una vez estabilizaron los bosques de Mauricio y potencialmente fortalecer la resiliencia contra la degradación ambiental. El CEO Ben Lamm visualiza a las aves habitando en entornos libres de depredadores en un plazo de cinco a siete años, y espera inspirar asombro público y obtener apoyo global para la protección de la vida silvestre.
El impulso del proyecto es evidente por su financiación de 120 millones de dólares, elevando su valoración a 10.200 millones con el respaldo de figuras como Tom Brady, Paris Hilton, Tiger Woods y Peter Jackson, quienes también apoyan la idea de revivir al moa gigante de Nueva Zelanda. Lejos de ser solo un reclamo publicitario, esto podría posicionar a la de-extinción como un conjunto de herramientas para sanar las heridas infligidas por la humanidad en el planeta.
Los antecedentes de Colossal añaden cierto interés: Hace meses, afirmó haber devuelto a la vida al lobo gigante, aunque los expertos lo calificaron de exagerado. Sin embargo, a medida que se establecen alianzas para obtener santuarios potenciales en Mauricio, el resurgimiento del dodo parece inminente, siempre que las consideraciones éticas respalden su revival.