El cuerpo momificado de un varón, descubierto por operarios durante labores de limpieza en el cauce de un río, podría ser una víctima de la catastrófica riada del 29 de octubre en Valencia.
El hallazgo fue realizado este martes por empleados de la Sociedad Agraria de Transformación (TRAGSA) en el río Turia a su paso por Manises, una zona gravemente afectada por la inundación del año pasado.
Al lugar se desplazaron efectivos de la Guardia Civil y un médico forense, procediéndose a la recogida del cadáver bajo la autorización del juzgado de Quart de Poblet.
**TRES PERSONAS SIGUEN DESAPARECIDAS – JOSÉ JAVIER VICENT (IZQUIERDA)**
El cuerpo había permanecido enterrado bajo lodo y sedimentos fluviales.
Personal de la funeraria trasladó los restos al Instituto de Medicina Legal de Valencia, donde se practicará la autopsia y se procederá a su identificación.
Una de las hipótesis barajadas es que se trate de José Javier Vicent, de 56 años, quien la tarde del 29 de octubre se encontraba con su hija Susana, de 30, en una casa de campo en Pedralba cuando les sorprendió la riada.
El cuerpo de Susana fue localizado dos días después a unos 70 kilómetros de distancia, en una playa de Sueca.
Las inundaciones de octubre se saldaron con 229 fallecidos, permaneciendo dos personas más en paradero desconocido.
Se trata de Elizabeth Gil, de 37 años y madre de dos hijos, quien fue vista con vida por última vez en el vehículo conducido por su madre, cuyo cadáver fue hallado en Cheste.
Asimismo, Francisco Ruiz, de 64 años, quien desapareció en Montserrat tras poner a salvo a sus dos nietos, de 5 y 10 años, en el techo de su coche.
Un juzgado de Catarroja que investiga la gestión de la catástrofe aguarda cuatro informes forenses que podrían incrementar aún más el número de víctimas mortales.
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