Se ha activado una búsqueda en Málaga de un hombre que no se presentó en prisión para comenzar a cumplir una condena de 18 años por abuso de menores.
El fugitivo, un nigeriano de sesenta y tantos años, fue declarado culpable en mayo de abusar sexualmente de tres niñas menores de edad que vivían en el mismo domicilio que él.
Una de las víctimas se vió tan afectada por los abusos que confesó a compañeros de clase que contemplaba el suicidio.
Las autoridades lo han incluido en situación formal de ‘búsqueda y captura’ después de que faltara a todas las citas obligatorias con las fuerzas de seguridad desde la sentencia firme en 2023.
La investigación se inició en 2019 después de que una de las víctimas compartiera sus pensamientos suicidas con compañeras en un grupo de WhatsApp.
En la investigación posterior, se descubrió que la niña había sufrido abusos sexuales por parte del hombre, al igual que otras dos menores que vivían bajo el mismo techo.
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Además de la pena de prisión, se le impusieron órdenes de alejamiento de 20 y 14 años para dos de las niñas, junto con indemnizaciones de 30.000 y 5.000 euros para cada una.
En España, una condena de prisión no se ejecuta inmediatamente después de la sentencia.
Solo se hace efectiva una vez resueltos todos los recursos y cuando el tribunal fija una fecha para el ingreso en prisión.
Hasta esa fecha, un condenado puede permanecer en libertad por razones prácticas, como gestionar su ingreso o asuntos personales.
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Si no se presenta en prisión el día señalado, las autoridades emiten una orden formal de busca y captura.
Cualquier persona que eluda la prisión tras una sentencia firme es considerada fugitiva y puede enfrentar cargos adicionales por evadir la justicia.
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