Una tirolina de 20 metros sobre la playa del Caló des Monjo en Calvià sorprendió este domingo a bañistas y excursionistas. Varias personas instalaron un sistema de cuerdas para desplazarse de un lado a otro de las rocas a gran altura, en una situacion de máximo riesgo tanto para los usuarios de esta atracción improvisada como para los bañistas de esta zona privilegiada de la costa de Calvià.
Un visitante de la playa fotografió esta peligrosa práctica el domingo, cuando había gran cantidad de gente en la zona.
Aunque las fotos muestran que algunos usaban sistemas de anclaje para desplazarse, se trata de una actividad peligrosa debido a la falta de supervisión adecuada en su montaje y a la poca profundidad del mar en caso de caída en el área donde se instaló.
No está claro si la policía local acudió al lugar, aunque se dice que muchos bañistas mostraron preocupación.
En Mallorca hay normativas estrictas sobre lo que se puede y no se puede hacer en la playa. La policía local impone multas cuantiosas por incumplimientos.