“No queremos llegar a una situación de ni guerra ni paz”, advirtió Majed al-Ansari, asesor del primer ministro de Qatar y portavoz del ministerio de asuntos exteriores.
La situación en Gaza podría convertirse en un acuerdo de “ni guerra ni paz”, donde Israel mantenga sus tropas dentro del territorio debido a la imposibilidad de establecer una fuerza de seguridad internacional, advirtió un diplomático qatarí en una entrevista con The Guardian el viernes.
“Es necesario que la comunidad internacional entre, evalúe los daños, empieze a pensar en la reconstrucción, trabajar en ella y mantener formalmente la paz”, declaró Majed al-Ansari. “Esto es lo que cambiará significativamente todo el proceso de la guerra al día después.”
Según Ansari, Qatar tiene esperanzas de que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una resolución que “autorize una administración y una fuerza internacional en Gaza, para que podamos estabilizar la situación.”
“En principio, muchos países de la región y de fuera han aceptado participar, pero en la práctica eso necesita un mandato muy concreto para la fuerza”, explicó.
Ansari también se refirió al problema de encontrar los restos de los rehenes: “Hay muchos desafíos antes de que podamos superar la primera fase del acuerdo. Incluyendo la dificultad de excavar los restos de aquellos [rehenes] que fueron asesinados y verificar sus identidades, y las violaciones que resultan en la muerte de palestinos cada día a manos de soldados del IDF.”
Palestinos transportan suministros de ayuda en Beit Lahiya, en el norte de la Franja de Gaza, 16 de junio de 2025; ilustrativo. (crédito: REUTERS/DAWOUD ABU ALKAS)
**Qatar aún critica el ataque de Israel en su territorio contra Hamas**
Otro tema del que habló Ansari fue el intento del IDF de asesinar al liderazgo senior de Hamas en Doha el 9 de septiembre.
“Fue diseñado para expulsarnos, no solo de estas negociaciones [de Gaza], sino para expulsarnos como mediadores internacionales de confianza”, afirmó. “Trabajábamos en más de 10 mediaciones el día del ataque.”
“Este no fue un ataque que pudiéramos ignorar y seguir con nuestro trabajo”, dijo, y detalló que Estados Unidos tuvo que asegurar que no ocurrirían más ataques en suelo qatarí para que las negociaciones se reanudaran.