BOGOTÁ, Colombia (AP) — Al menos cuatro personas murieron en Colombia el martes cuando grupos rebeldes detonaron bombas cerca de estaciones de policía en la ciudad de Cali y la provincia vecina de Cauca, según las autoridades.
Portavoces militares y policiales culparon a los ataques al FARC-EMC, un grupo liderado por exmiembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia que se separaron después de firmar un acuerdo de paz con el gobierno en 2016.
Las autoridades dijeron que los rebeldes colocaron bombas en autos y motos estacionados cerca de comisarías.
Los ataques ocurrieron pocos días después de que Miguel Uribe, un candidato presidencial conservador, fuera disparado durante un mitin en Bogotá. Uribe está en condición crítica en un hospital de la capital.
El gobierno colombiano ha tenido dificultades para controlar la violencia en zonas urbanas y rurales, donde varios grupos armados intentan tomar territorios abandonados por las FARC tras el acuerdo de paz.
Las conversaciones de paz entre el FARC-EMC y el gobierno se rompieron el año pasado después de ataques contra comunidades indígenas.
Actualmente, el gobierno dialoga con otra facción del grupo, liderada por el comandante Luis Alberto Albán, alias Marcos Calarcá.