11.05 am, 1 de abril de 2020
Cuando la pandemia de Covid-19 golpeó, Erwin, que era vulnerable debido a su enfisema, sintió una profunda ira y urgencia. Él creía que, como artista, responder a las crisis sociales a través del arte no era solo una elección, sino una obligación. En el segundo día del bloqueo en los Países Bajos, Erwin movilizó a su equipo para capturar su respuesta emocional cruda a la crisis en curso. Utilizando un enfoque de guerrilla, documentó su estado mental en los primeros días de la pandemia, con el sombrero blanco que llevaba simbolizando la creencia tonta de la humanidad en su capacidad para controlar el mundo.