Optera utiliza fotoluminiscencia en lugar de láseres para sus soluciones de almacenamiento óptico a largo plazo. La quemadura espectral codifica datos manipulando imperfecciones nanométricas en la red de fósforos. La codificación multi-bit permite almacenar varios bits en una misma ubicación física del medio.
El Dr. Nicolas Riesen, de la Universidad de Australia del Sur, lidera el desarrollo de este archivo óptico que graba datos mediante fotoluminiscencia, no con grabado físico por láser. La tecnología funciona a temperatura ambiente y usa láseres de costo relativamente bajo, en vez de los complejos sistemas de femtosegundos de otros archivos en vidrio.
La primera implementación es un medio de prueba de 500 GB planeado para 2026, un primer paso hacia almacenamientos en vidrio de mayor capacidad.
De discos a tabletas de vidrio
Una tecnología anterior relacionada, también desarrollada por el Dr. Riesen, exploró el almacenamiento óptico basado en quemadura espectral usando diferentes materiales de nanopartículas. Este trabajo sentó las bases para la actual prueba de concepto de tableta de vidrio de 500 GB, mostrando una progresión desde experimentos con discos hacia formatos de archivo de mayor capacidad.
El objetivo de Optera es ofrecer retención de datos a largo plazo con menores requisitos energéticos, aunque el proyecto sigue siendo experimental. El medio de grabación que usa Optera se basa en un fósforo de haluro mixto (fluorobromuro o fluorocloruro) dopado con iones de samario divalente.
Este material, conocido como Ba₀.₅Sr₀.₅FX:Sm²⁺, tiene una larga historia en placas de imagen para radiografía computarizada, donde su luminiscencia fotoestimulada es bien conocida. En el sistema de Optera, se controlan deliberadamente imperfecciones nanométricas en la red cristalina para cambiar cómo el material emite luz tras ser expuesto a longitudes de onda láser específicas.
La escritura de datos se basa en la quemadura espectral, donde se alteran selectivamente bandas estrechas de longitud de onda dentro del fósforo. Cuando un láser escanea estas regiones durante la lectura, el material emite fotoluminiscencia o la suprime. La señal de luz detectada, o su ausencia, representa la información digital almacenada.
Este método evita deformar físicamente el medio, pero introduce una sensibilidad a la estabilidad óptica y a la precisión de lectura que pruebas independientes aún no han confirmado. Optera sugiere que puede aumentar la densidad de almacenamiento codificando información mediante variaciones en la intensidad de la luz, en vez de depender solo de estados binarios (encendido/apagado). El proyecto describe esto como una capacidad multi-bit similar a la NAND, donde diferentes intensidades de señal representarían niveles como SLC, MLC o TLC.
Llevar este concepto de las mediciones de laboratorio a lecturas repetibles y tolerantes a errores a gran escala sigue siendo un desafío técnico sin resolver. Según la documentación del investigador óptico Dr. Nicolas Riesen, se espera que el medio de prueba alcance 1 TB en 2027 y varios terabytes para el 2030. Estos objetivos son hitos de investigación, y su comercialización dependerá de socios fabricantes y de la viabilidad de costos.
Aunque la tecnología es prometedora, persisten varias incertidumbres. Las velocidades prácticas de lectura/escritura, la durabilidad a largo plazo bajo acceso repetido y los costos reales de producción aún son desconocidos, por lo que su viabilidad más allá de la investigación experimental sigue sin estar resuelta.