Unas lluvias torrenciales azotaron la provincia de Málaga durante la noche del sábado 27 al domingo 28 de diciembre, provocando graves inundaciones en varias zonas y el desbordamiento del río Guadalhorce, que alcanzó su nivel histórico más alto registrado.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emitió una inusual (y aterradora) alerta roja –que significa «peligro extraordinario»– para la Costa del Sol y el Valle del Guadalhorce el sábado por la tarde, advirtiendo de hasta 120 litros por metro cuadrado en 12 horas. La alerta activó el sistema ES-Alert, enviando avisos sonoros a teléfonos móviles en 27 municipios, incluyendo la ciudad de Málaga, Cártama, Alhaurín el Grande y Coín. El mensaje instaba a los residentes a evitar desplazamientos o salir a la calle, alejarse de los cauces de los ríos y buscar zonas elevadas.
El río Guadalhorce se desbordó alrededor de la medianoche en Cártama, al alcanzar un pico histórico de 5.7 metros, superando el récord anterior de 5.52 metros, con caudales que excedían los 1.000 metros cúbicos por segundo. El alcalde, Jorge Gallardo, describió la situación como crítica, publicando vídeos de las aguas embravecidas y advirtiendo a los residentes de zonas vulnerables como Doña Ana que se preparen para las inundaciones.
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Niveles extremos de precipitación en el Valle del Guadalhorce con carreteras cortadas
Se registraron acumulaciones de lluvia extremas fueron registradas, superando los 131 litros por metro cuadrado en Alhaurín el Grande y 118 litros en Fahala (Cártama). Varias vías quedaron cortadas, como la MA-5401 en Casarabonela y la A-7057 en Cártama, interrumpiendo el tráfico y aislando a varias comunidades.
El gobierno regional andaluz activó la Fase 1 de su Plan de Emergencia ante el Riesgo de Inundaciones, desplegando a policías, protección civil, bomberos y equipos municipales. No se reportaron heridos de gravedad, pero las calles, viviendas e infraestructuras anegadas causaron una gran disrupción. La alerta roja fue retirada a las 4 de la madrugada del domingo, rebajándose a naranja y amarilla en partes de la provincia, aunque las lluvias continuaron.
Las autoridades siguen monitorizando los niveles fluviales, con los ríos tributarios como el Grande también muy crecidos. Se recomienda a los residentes extremar la precaución mientras comienzan las labores de limpieza.
El granizo y el viento causaron estragos en la costa, con inundaciones que levantaron tapas de alcantarillas y expulsaron su contenido a las calles. Durante toda la noche del sábado, el servicio de Emergencias 112 atendió más de sesenta incidentes relacionados con las precipitaciones caídas a lo largo del día en toda la comunidad, siendo la provincia de Málaga la más afectada por las lluvias.
“Que nadie baje la guardia.”
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, pidió que “nadie baje la guardia esta noche en Málaga” debido a las lluvias en la zona, que se mantuvo en alerta roja.
