Las plantaciones clandestinas de marihuana en interior que se conectan fraudulentamente a la red eléctrica de Málaga están sustrayendo energía suficiente para abastecer a 2.500 viviendas durante un año entero, según han advertido las autoridades.
De acuerdo con un informe de la distribuidora Endesa, aproximadamente una cuarta parte de toda la electricidad sustraída en la provincia de Málaga entre enero y noviembre se utilizó para mantener plantaciones ilegales de cannabis, alimentando los sistemas de ventilación y climatización de alto consumo.
De los más de 3.500 casos de fraude eléctrico descubiertos en 2025, 73 estuvieron vinculados a granjas de marihuana en interior, lo que representa alrededor de nueve millones de kilovatios-hora de energía robada.
La mayor concentración de casos se localizó en la ciudad de Málaga, donde los investigadores creen que al menos 20 cultivos ilegales se conectan directamente a la red. Vélez-Málaga le siguió con 11 plantaciones confirmadas, mientras que Mijas registró cinco, indicó Endesa.
Un único cultivo de interior puede consumir tanta electricidad como unos 80 hogares promedio, ejerciendo una enorme presión sobre la red eléctrica local. Los oficiales advierten que las conexiones ilegales frecuentemente provocan cortes de suministro y daños en la infraestructura, haciendo que los residentes legales de los mismos edificios o vecindarios paguen las consecuencias.
Las instalaciones clandestinas también conllevan graves riesgos de seguridad, particularmente en bloques de apartamentos, donde el cableado defectuoso incrementa significativamente el peligro de incendios y electrocuciones.
Aunque el consumo personal y el cultivo privado de cannabis están en gran medida despenalizados en España, la venta y el tráfico de la droga siguen siendo ilegales. Las redes criminales han explotado cada vez más áreas grises legales –incluyendo falsos ‘club sociales de cannabis’ y plantaciones encubiertas en interior– para alimentar un lucrativo mercado negro.
La policía desmantela rutinariamente estas operaciones en la Costa del Sol, un punto caliente para los traficantes gracias a sus conexiones de transporte internacional, su pujante industria turística y su mercado inmobiliario de alto valor. En enero, los agentes clausuraron varias denominadas ‘asociaciones de consumidores de cannabis’ en Fuengirola tras descubrir que vendían marihuana y otras drogas a no socios.
En marzo del año pasado, la policía también detuvo a una banda que había alquilado villas de lujo en Mijas y Marbella, transformándolas en casas de cultivo de alta tecnología. Se incautaron más de 1.000 plantas de cannabis y grandes cantidades de cogollos listos para la venta.
La policía afirma que trabaja en estrecha colaboración con Endesa para localizar estos cultivos ilegales y ha instado al público a reportar cualquier actividad sospechosa.
