La Unión Europea ha acordado establecer una tasa de importación fija de 3 euros para todos los paquetes valorados en menos de 150 euros que lleguen desde fuera del bloque, con vigencia a partir del 1 de julio de 2026. Esta medida afectará a millones de envíos de bajo coste, impulsados principalmente por plataformas de comercio electrónico como Temu y Shein, las cuales han transformado la venta minorista transfronteriza con sus ofertas competitivas y envíos directos desde Asia.
Esta iniciativa legislativa se produce en un contexto de fuerte crecimiento de los volúmenes de importación. Según datos oficiales, el número anual de envíos de bajo valor hacia la UE se ha triplicado desde 2022, alcanzando un estimado de 4.600 millones de paquetes en 2025. Las autoridades aduaneras han alertado sobre la presión que esto supone para los recursos de inspección y los retos para garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad de los productos. Como señaló el ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, la decisión “constituye una firme respuesta a lo que muchos perciben como competencia desleal para los fabricantes y minoristas europeos, quienes afrontan cargas regulatorias y obligaciones fiscales más elevadas”. El régimen transitorio se mantendrá hasta 2028, fecha en la que se prevé su sustitución por un sistema europeo unificado de datos.
Implicaciones económicas y refuerzo del mercado único
Según el Consejo Europeo, la nueva tasa afectará aproximadamente al 93% de los envíos de comercio electrónico que entren en la UE. La Comisión Europea ha identificado a China como el origen de alrededor del 91% de los 12 millones de paquetes diarios entregados en la UE, principalmente a través de Temu y Shein. Con precios agresivos y una logística ultrarrápida, estas compañías han ganado terreno con celeridad entre los consumidores europeos más sensibles al precio.
Francia ha desempeñado un papel protagonista, calificando el acuerdo como “una gran victoria para la Unión Europea”. El ministro francés de Economía, Roland Lescure, declaró: “Europa está tomando medidas concretas para proteger su mercado único, a sus consumidores y su soberanía”. París está sopesando la introducción de una tasa nacional adicional de 2 euros para regular aún más las importaciones, sumándose así al esquema comunitario. Al optar por una tarifa fija en lugar de un arancel basado en el valor —un enfoque inicialmente defendido por Francia—, los Estados miembros priorizaron la simplicidad: 3 euros por paquete para todos los envíos online extracomunitarios inferiores a 150 euros.
Calendario de aplicación y objetivos clave
La tasa funcionará como un instrumento transitorio, adoptado tras las llamadas a actuar con mayor celeridad para frenar el abuso de las exenciones de derechos de aduana para envíos de bajo valor vigentes desde 1983. Aunque los ministros de economía de los 27 Estados miembros acordaron en febrero de 2025 abolir dichas exenciones, una reforma integral solo podrá implementarse en 2028 con el despliegue de una infraestructura informática centralizada.
Es importante distinguir esta tasa de 3 euros de un recargo de gestión separado de 2 euros que aún está bajo consideración por la Comisión Europea, el cual se aplicaría a todos los paquetes entrantes si se aprueba. En conjunto, estas medidas buscan contener los flujos de importaciones falsificadas, no conformes o inseguras, restablecer el equilibrio competitivo para los productores de la UE, abordar los costes medioambientales vinculados a la *moda rápida* y el transporte masivo, y prevenir declaraciones de importación fraudulentas.
Impacto en los minoristas online y los consumidores europeos
Para las plataformas digitales y los clientes finales, se espera que este recargo adicional tenga un efecto dominó. Se prevé que los proveedores de comercio electrónico —mayoritariamente con sede en China— ajusten sus estructuras de precios, trasladando probablemente los mayores costes a los consumidores. Para los cazadores de gangas en España y el resto de Europa, la tarifa plana de 3 euros podría incrementar sensiblemente el precio de los productos de bajo coste, donde podría suponer una proporción sustancial del valor del artículo. Esto es particularmente relevante en España, donde los analistas destacan un marcado aumento —superior al 65% en dos años— de los pedidos de consumidores en plataformas asiáticas.
Los expertos del sector pronostican una posible desaceleración del crecimiento del comercio electrónico de bajo coste en Europa, lo que quizá ofrezca un respiro a los vendedores locales que han visto erosionada su cuota de mercado. No obstante, los diferenciales de precio podrían persistir, y la magnitud del efecto dependerá tanto del comportamiento del consumidor como de las estrategias de las plataformas.
Operativa aduanera y política comercial global
Para las autoridades aduaneras de la UE y españolas, el nuevo régimen exigirá ganancias de eficiencia para procesar millones de micropagos cada día. Los ingresos recaudados se destinarán directamente al presupuesto común de la UE, financiando iniciativas políticas más amplias y reflejando un enfoque más asertivo para corregir los desequilibrios comerciales con China y otros grandes socios comerciales. Esta medida se enmarca en un contexto de crecientes tensiones comerciales globales y de los esfuerzos continuos dentro de la UE para mejorar la resiliencia económica y proteger las industrias domésticas frente a prácticas comerciales percibidas como injustas.