Extensas zonas de España se preparan para sofocarse ante un calor invernal atípico, conforme una masa de aire suave se dirige hacia la península.
Las temperaturas en Alicante, Murcia y Valencia alcanzarán niveles más propios de abril que de mediados de diciembre, con máximas diurnas de 23–24°C previstas entre el sábado y el miércoles.
Este episodio cálido también alcanzará los núcleos de expatriados en la Costa del Sol, donde Málaga y los pueblos costeros podrían llegar a unos 22°C durante el pico del evento, según los pronosticadores de El Tiempo.
Gran parte de España ha estado bajo la influencia de borrascas atlánticas la semana pasada, pero la llegada de un potente anticiclón traerá cielos más despejados, un ascenso térmico y un marcado descenso de las precipitaciones.
El calor fundirá cantidades significativas de nieve en las montañas, revirtiendo el impulso inicial que disfrutaban muchas estaciones de esquí tras el pobre comienzo de la temporada anterior.
Esta masa de aire cálido también elevará las temperaturas nocturnas muy por encima de la media para diciembre.
En muchas áreas, se situarán entre 5 y 10°C por encima de lo normal, haciendo casi desaparecer las heladas del interior.
Los meteorólogos advierten que la niebla se convertirá en un problema importante durante el puente, especialmente en las rutas del interior pero también en algunas zonas costeras.
Bancos densos y persistentes podrían dificultar las condiciones de conducción para quienes viajen durante el período festivo.
En el norte, ciudades como A Coruña, Bilbao, Oviedo, Santander y San Sebastián rondarán los 19–20°C, mientras que en Canarias las temperaturas oscilarán entre 20–25°C bajo cielos brumosos por el polvo sahariano.
Se espera que este episodio cálido se prolongue hasta el miércoles, aunque los modelos aún muestran incertidumbre sobre la rapidez con que decaerán las temperaturas posteriormente.
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