Una Nación Bajo el Control de Pandillas Rumbo al Mundial 2026

Haití se clasifica para el Mundial de 2026.
Crédito: Captura de pantalla CBS Sports + FHF Fédération Haïtienne de Football, collage por EWN

La clasificación de Haití para la Copa del Mundo de 2026, sellada el martes por la noche, raya en lo surrealista, un cuento de hadas surgido de un caos inimaginable.

Es la primera vez que el país caribeño accede a una fase final desde 1974, y solo consiguió el pase tras presenciar el desenlace del partido entre Honduras y Costa Rica en el teléfono de alguien. Mientras ellos vencían a Nicaragua, aquel empate a cero al otro lado del mar propició que la magia sucediera.

El trasfondo: un equipo en el exilio, sin estadio y un país sumido en el caos absoluto

Pero esta es la verdadera historia: la campaña “local” de Haití no transcurrió en Haití. Desde julio de 2021, la selección nacional no ha disputado un solo partido de clasificación en casa. ¿La razón? Las bandas armadas controlan ya casi cada rincón de Puerto Príncipe, la capital del país, volviéndolo demasiado peligroso. Así, sus partidos como local los jugaron en Willemstad, Curazao, a unos 800 kilómetros de distancia.

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Y el panorama se oscurece aún más. Su estadio principal, el Stade Sylvio Cator, fue asaltado por pandilleros a principios de marzo de 2024. La Federación Haitiana de Fútbol admitió que criminales armados “invadieron y ocuparon” el recinto. El lugar fue vandalizado e incluso incendiado.

Mientras tanto, la capital, Puerto Príncipe, vive en un estado de terror casi permanente. Las pandillas han fragmentado la ciudad en feudos criminales, ejerciendo un poder que supera con creces al de cualquier gobierno. Bloquean carreteras, acaparan alimentos y aterrorizan barrios enteros. La ONU ha advertido de que la violencia de estas bandas ha desplazado a más de un millón de haitianos.

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El seleccionador francés nunca ha pisado Haití

En medio de este contexto, el seleccionador francés del equipo, Sébastien Migné, jamás ha estado en el país. Declaró a France Football: “Es imposible. Demasiado peligroso, y ya no hay vuelos internacionales que aterricen en Haití”.

Con 52 años, Migné dirige toda la campaña desde el extranjero, valiéndose de informes a distancia y de boletines de la federación.

¿Y la plantilla? No está compuesta por lugareños que juegan en Puerto Príncipe, sino mayoritariamente por haitianos de la diáspora. Jugadores nacidos en Francia, Estados Unidos, Canadá e incluso Suiza visten ahora la camiseta nacional. Algunos, al igual que el entrenador, nunca han puesto un pie en Haití.

En definitiva, esto trasciende lo meramente deportivo. Haití se encuentra golpeada por la violencia, pero en medio de la locura, su equipo ha forjado un inusual momento de unidad al clasificarse para el Mundial. Desde el exilio, siempre de gira, bajo amenaza y contra todo pronóstico.

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