Los demócratas intentan contrarrestar la ventaja republicana sobre la popular política de no impuestos para las propinas. Ambos partidos buscan fortalecer su atractivo para la clase trabajadora antes de las elecciones.
La batalla más intensa ocurre en Nevada, donde el cinco por ciento de los trabajadores recibe propinas, el doble del promedio nacional. Los republicanos quieren ganar tres de los cuatro distritos congresionales del estado, que incluyen regiones donde domina el turismo y el juego. Ya han gastado millones en anuncios atacando a los demócratas de Nevada por votar contra el megaproyecto de ley republicano que incluía la deducción fiscal para estos trabajadores, una propuesta impulsada por el expresidente Donald Trump.
“Todos saben que ese fue un mensaje masivamente influyente del presidente,” dijo Robert Uithoven, un estratega republicano. Mientras, los demócratas han recorrido Las Vegas, Reno y otras zonas turísticas, afirmando que los republicanos no generaron ningún beneficio real para los trabajadores.
“Lo van a ver, lo van a sentir. Ya lo están sintiendo,” dijo la representante Susie Lee en una entrevista. “Es un mal trato para quienes reciben propinas porque no es permanente y es mucho más pequeño que lo que obtuvieron los más ricos con esa ley.”
Estos enfrentamientos suceden mientras los partidos buscan controlar la narrativa sobre el costo de la vida y los ingresos familiares, temas clave para las próximas elecciones.
Además, los republicanos intentan promocionar mejor su ley ómnibus, que no ha resultado tan popular como esperaban. Se enfocan en partes individuales del proyecto que atraen a la clase trabajadora, como las deducciones para quienes reciben propinas, lo que podría darles ganancias políticas muy necesarias.
“Los habitantes de Nevada saben quién puso más dinero en sus bolsillos, y no fueron los demócratas que intentan atribuirse el mérito,” dijo Christian Martinez, un portavoz republicano.
Los demócratas de Nevada rechazan que se les presente como seguidores y no líderes en los descuentos fiscales para estos trabajadores. Señalan que la idea fue central en sus campañas del 2024 y critican a sus oponentes por no apoyar una medida alterna que, según ellos, ofrecía beneficios más significativos y eliminaba los salarios mínimos reducidos. Ese proyecto no prosperó en el Congreso.
“Mi ley, la Ley TIPS, hace todo lo que los trabajadores pidieron porque yo les pregunté mientras la elaboraba. Los republicanos se equivocaron desde el principio: escucharon a una persona, Donald Trump, y no a los trabajadores,” declaró el representante Steven Horsford.
La representante Dina Titus, que ha propuesto una ley que también aumentaría el salario mínimo regular, dijo: “Exentar las propinas del impuesto sobre la renta es solo parte de la solución para mejorar los salarios.”
La contraofensiva demócrata es parte de un esfuerzo mayor por demostrar que las promesas republicanas de mayores reembolsos fiscales serán irrelevantes para la clase trabajadora. Mencionan estadísticas: más de un tercio de estos trabajadores no gana suficiente para pagar impuestos federales, y dos de cada cinco dependen de Medicaid y otra asistencia pública que los republicanos han recortado.
La desgravación fiscal expirará en tres años si el Congreso no la extiende, mientras que los recortes a los beneficios públicos serían permanentes.
“Los republicanos en Washington dan migajas temporales a las familias trabajadoras,” dijo Lindsay Reilly, portavoz del comité de campaña demócrata. “Mientras, millones de familias podrían perder su seguro médico y muchos estadounidenses sus empleos, todo para pagar recortes de impuestos permanentes para los más ricos.”
Los demócratas de Nevada también argumentan que las tensas relaciones diplomáticas de Trump con Canadá han dañado la economía turística del estado, muy dependiente de visitantes canadienses, reduciendo cualquier beneficio de la desgravación fiscal.
“Con menos turismo, hay menos coches que aparcar, menos habitaciones que limpiar, menos mesas que servir,” dijo Lee. “Eso significa menos ingresos por propinas.”
Quizás el grupo más importante en este tema en Nevada es el Sindicato Culinario Local 226, que representa a los trabajadores hoteleros. Pero para el sindicato, ambos partidos están fallando.
A finales de octubre, el sindicato envió una carta al Tesoro y al IRS criticando las limitaciones del recorte fiscal republicano y pidiendo lo mismo que los demócratas: una extensión permanente de la deducción que cubra también las propinas automáticas y elimine el salario mínimo reducido. Ni las agencias ni los republicanos han indicado estar dispuestos a ceder, según Ted Pappageorge, su secretario-tesorero.
Pero eso no debería ser un alivio para los demócratas, añadió Pappageorge, incluso con el respaldo del sindicato el año pasado.
“Tiene que haber una lucha real con el Partido Demócrata para tener un mensaje claro de que vamos a enfrentar el costo de vida y apoyar a los votantes de la clase trabajadora,” dijo. “Hemos sido claros, hablaremos con republicanos, demócratas e independientes, y movilizaremos a nuestros afiliados porque no vemos que los demócratas se enfoquen en los temas de la clase trabajadora de una manera que vaya a ganar en las elecciones.”