El partido político valenciano de izquierdas Compromís ha exigido al Ayuntamiento de Valencia que cese toda publicidad de la célebre celebración de Las Fallas por temor a que el turismo de masas degrade la experiencia para los residentes.
La festividad más emblemática de Valencia, Las Fallas, ha atraído en los últimos años a un número creciente de visitantes, lo que ha llevado a algunos vecinos y políticos a afirmar que la afluencia turística durante el evento se está descontrolando.
Papi Robles, portavoz de la coalición de izquierdas valenciana Compromís, declaró recientemente en rueda de prensa que “Las Fallas se han convertido en el mejor ejemplo de sobreturismo en Valencia. Calles colapsadas, uso indebido de pirotecnia y consumo excesivo de alcohol distan mucho del espíritu genuino de la fiesta fallera. Muchas comisiones falleras ya se quejan. El turismo descontrolado podría arrebatarles la fiesta a la gente”.
Robles criticó a la alcaldesa del PP, María José Catalá, acusándola de permitir que la situación turística se desborde.
“Catalá alardea de unas Fallas récord, pero tras las cifras se esconde una ciudad desbordada y unos barrios que padecen las consecuencias. Resulta irresponsable que la alcaldesa de Valencia obvie esta realidad y persista en vendera la ciudad a un sobreturismo sin freno”, arguyó.
Robles abogó por un cambio, junto con un debate serio sobre el futuro de la festividad que involucre a los participantes falleros, residentes y expertos, con el fin de poner coto a una situación que se ha vuelto insostenible en los últimos años.
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El concejal de Compromís, Pere Fuset, añadió su perspectiva al debate, señalando que “Valencia merece un modelo de fiesta diseñado para las personas que residen aquí y hacen posible la festividad, no para las cifras del sector turístico.
“Necesitamos reivindicar las Fallas para la ciudadanía, permitiéndole disfrutarlas sin masificaciones ni el desplazamiento de los residentes”, afirmó Fuset.
Añadió que “la gallina de los huevos de oro ha dejado de existir”, en referencia a Las Fallas, “pues la falta de control ha propiciado que la gallina de arriba ensucie a la de abajo. Y la de abajo son los vecinos”.
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Por su parte, el concejal de Fallas, Santiago Ballester, disiente sobre la conveniencia de interrumpir por completo la promoción de la fiesta. Considera normal divulgar la principal festividad y el patrimonio cultural de la ciudad.
Atribuye el problema de la masificación a la calendarización y opina que, si la cremà coincide en fin de semana, la afluencia es muy superior a lo habitual. La quema o cremà tiene lugar el 19 de marzo, que en 2026 caerá en jueves.
El Ayuntamiento de Valencia también aprobó recientemente un reglamento fallero que especifica los permisos y restricciones aplicables durantte las fiestas.
Incluye nuevas normativas sobre las verbenas, que solo podrán celebrarse entre el 7 y el 14 de marzo o desde el 16 al 18 por la tarde o noche, sin superar los 5 días consecutivos.
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Asimismo, se han establecido nuevas regulaciones sobre pirotecnia y mercadillos callejeros. “Los fuegos artificiales deben respetar la tranquilidad de los vecinos y el bienestar animal, debiendo evitarse entre las 9 y 10 de la mañana y entre las 15:00 y 17:00 horas, salvo en circunstancias excepcionales. También se prohibirá su uso en los Jardines del Turia y en las áreas infantiles.
Las Fallas constituyen la festividad principal de Valencia, celebrada cada mes de marzo. Durante las celebraciones, los barrios se ornamentan con gigantescas y elaboradas esculturas de cartón piedra para admiración de todos.
Luego, en la noche del 19 de marzo, todas son quemadas ceremonialmente de manera simultánea.
A lo largo de la festividad también se suceden los diarios mascletàs, espectáculos pirotécnicos nocturnos regulares y procesiones culturales de valencianos ataviados con indumentaria tradicional que realizan ofrendas florales a la Virgen frente a la Catedral.
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