Tres semanas después del espectacular robo de joyas en el Louvre, el museo ha sido muy criticado por descuidar la seguridad.
Un informe del Tribunal de Cuentas, redactado antes del robo, encontró que durante años los directivos prefirieron invertir en nuevas obras de arte y exposiciones en lugar del mantenimiento básico y la protección.
“Que nadie se engañe: el robo de las joyas de la corona es una llamada de atención contundente”, dijo el presidente del tribunal, Pierre Moscovici.
A plena luz del día el domingo 19 de octubre, los ladrones entraron en la Galería de Apolo del primer piso del Louvre. Usando una amoladora para abrir las vitrinas, la banda se llevó joyas por valor de 88 millones de euros que una vez pertenecieron a reinas y emperatrices del siglo XIX.
Basando sus conclusiones en los años 2018 a 2024, el informe dice que el Louvre “favoreció operaciones visibles y atractivas a expensas del mantenimiento y la renovación de las instalaciones técnicas, notablemente en los ámbitos de la seguridad y protección”.
En el período estudiado, se encontró que el museo gastó 105.4 millones de euros en comprar nuevas obras de arte y 63.5 millones en espacios para exposiciones.
Pero al mismo tiempo, gastó solo 26.7 millones en obras de mantenimiento y 59.5 millones en la restauración del palacio.
Estas conclusiones coinciden con otras críticas, como la de la ministra de Cultura, Rachida Dati, quien dijo que los directivos habían “subestimado gravemente” los peligros de intrusión en el museo.
Uno de los principales expertos en arte de Francia, Didier Rykner, también ha acusado al museo de preferir gastar sus recursos “abundantes” en iniciativas llamativas en vez de la protección básica de lo que ya tiene.
Una posible víctima es el ambicioso proyecto Nueva Renacimiento del Louvre, que fue lanzado con gran fanfarria este año por el presidente Emmanuel Macron y la directora del museo, Laurence des Cars.
El plan incluye una nueva entrada en el extremo este del Louvre y la excavación de nuevos espacios de exposición, incluyendo una galería separada para la Mona Lisa.
Pero el Tribunal de Cuentas encontró que el proyecto se había “emprendido sin estudios adecuados, ya sea de viabilidad técnica y arquitectónica o de evaluaciones financieras”.
El costo proyectado ya había aumentado a 1.150 millones de euros, dijo, en comparación con los 700 millones anunciados en enero.
En su respuesta, el Louvre dijo que aceptaba la mayoría de las recomendaciones del tribunal, pero creía que el tribunal no comprendía completamente todo lo que había hecho, especialmente en seguridad.
“Cuando se trata del museo más grande y más visitado del mundo, el único juicio equilibrado es uno que mira a largo plazo”, dijo.
Mientras tanto, se ha revelado que uno de los presuntos ladrones, identificado como Abdoulaye N, de 39 años, fue durante muchos años considerado un héroe local en el barrio de Aubervilliers, al norte de París, renombrado por sus hazañas en motocicleta, a menudo ilegales.
Con el apodo de Doudou Cross Bitume, publicaba regularmente videos de sí mismo haciendo acrobacias en una moto de cross, como wheelies en lugares emblemáticos de París como el Trocadero.
Más recientemente, sus videos lo mostraban haciendo gimnasia de culturismo.
Abdoulaye N previamente era guardia en el Centro Pompidou de París, un centro de arte que contiene el museo de arte moderno más grande de Europa.
Tenía varias condenas por infracciones de tráfico y otras, pero nada vinculado al crimen organizado.
Según los medios franceses, su perfil, y el del otro principal sospechoso, Ayed G, sugiere que podrían haber sido delincuentes menores, posiblemente pagados por un tercero rico.
Otras dos personas están bajo custodia.
Son un hombre sospechoso de ser uno de los dos que esperaba con motos de escape en la calle afuera del Louvre; y su esposa, quien enfrenta una posible acusación de conspiración.
El cuarto hombre en la escena todavía se busca, al igual que las joyas.
Según el periódico Le Parisien, citando a investigadores, Abdoulaye N y Ayed G hicieron algunas declaraciones sorprendentes bajo interrogatorio.
Aparentemente, Abdoulaye N no se dio cuenta de que estaba entrando en el Louvre, solo pensó que el museo estaba en el área alrededor de la famosa pirámide de vidrio, mientras que Ayed G asumió que estaría vacío porque era domingo.
De hecho, estaba abierto y tenía muchos visitantes.