Sigue siendo un paraíso para los visitantes. Crédito: Jesús de Fuensanta / Shutterstock.com
Si estás planeando una escapada otoñal, Alicante y la Costa Blanca continúan brillando.
Día tras día, los cielos permanecen despejados y el sol es lo suficientemente intenso como para mantener las playas animadas bien entrada la temporada. Los cafés y las terrazas están bulliciosos, la luz dorada hace que la costa sea una estampa perfecta, y el mar se mantiene notablemente cálido.
Con el Mediterráneo estabilizado en torno a los 27ºC –tres grados por encima de lo normal–, los bañistas aún disfrutan de condiciones más propias de julio que de finales de septiembre. Para muchos viajeros, esto convierte al otoño en uno de los mejores momentos para visitar la región: menos aglomeraciones, pero con todo el esplendor del sol.
El verano más cálido de los registros
Este verano interminable llega con un telón de fondo récord. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la Comunidad Valenciana experimentó su estación estival más cálida de la historia. La temperatura media alcanzó los 25,5ºC –2,2ºC por encima de la media estacional–, con un calor que se prolongaba especialmente durante la noche. Alicante estableció un nuevo récord de “noches tropicales”, aquellas en las que el termómetro no desciende de los 20ºC, registrando 102. Fue una estación que se sintió implacable, tanto para residentes como para visitantes.
Lo que podría deparar el otoño
Tradicionalmente, el otoño es la estación más lluviosa en la Comunidad Valenciana, cuando pueden desarrollarse tormentas súbitas. Los meteorólogos advierten que el Mediterráneo recalentado incrementa el potencial de aguaceros torrenciales, aunque otros factores –como la llegada de aire frío en altura– también deben alinearse. Crucialmente, estas tormentas son altamente impredecibles: los expertos señalan que no pueden identificarse con precisión hasta unos pocos días antes, y a veces solo con un día de antelación.
Sigue siendo un paraíso para los visitantes
Aún así, la tendencia general de precipitaciones está cambiando. Las lluvias se distribuyen de forma menos uniforme, llegando en su lugar en forma de episodios concentrados e intensos. Este año, Alicante recibió prácticamente ninguna precipitación durante el verano –menos de cinco litros por metro cuadrado–, mientras que Castellón registró bastante más. En toda la Comunidad Valenciana, las lluvias estivales estuvieron un 7% por debajo del promedio, concentrándose la mayor parte en solo dos episodios aislados.
Sol con la mirada puesta en el cielo
Por ahora, los visitantes que lleguen a Alicante encontrarán un destino que todavía se siente como el verano, incluso cuando el calendario avanza hacia el otoño. El clima es ideal para días de playa, cenas al aire libre y explorar la costa bajo una luz cálida y dorada. Los locales siguen bañándose a diario, y los turistas se deleitan al descubrir condiciones mediterráneas raras de ver en octubre en otras partes de Europa.
Puede que los meteorólogos mantengan una mirada cautelosa en el horizonte, pero para los viajeros el mensaje está claro: Alicante sigue siendo uno de los destinos de escapada otoñal más brillantes, cálidos y acogedores de Europa.