En los últimos años, los modelos de lenguaje extenso (LLMs) han demostrado un enorme potencial para mejorar la atención sanitaria — desde la agilización de la documentación clínica hasta la generación de diagnósticos precisos y la personalización de las recomendaciones de cuidado. Sin embargo, la eficacia de estos modelos no solo depende del volumen de datos utilizados para su entrenamiento e inferencia, sino también de la calidad y novedad de dichos datos. Para que la inteligencia artificial revolucione verdaderamente la salud, debe comprender el contexto social, ambiental y emocional que influye en los resultados médicos, con el fin de que las intervenciones sean más específicas y efectivas. La IA solo puede alcanzar este grado de comprensión si se nutre de datos novedosos que reflejen la experiencia humana – datos que actualmente son generados por servicios asistidos por tecnología.
Las empresas de servicios de salud potenciados por tecnología combinan software y experiencia humana para prestar cuidados. Los cuidadores de estas empresas (que definimos como trabajadores comunitarios de salud, doulas, cuidadores familiares y otros proveedores) están en una posición única para generar los datos relacionales y de alto contexto que los LLMs necesitan para emular interacciones humanas significativas. Esto se debe a que los cuidadores (i) construyen un nivel de confianza fundamental con los pacientes, y (ii) realizan las preguntas correctas en el momento adecuado para conocer más sobre sus necesidades. Una de las categorías de datos de salud más importantes son los determinantes sociales de la salud (DSS), que son factores como el bienestar emocional, la estabilidad habitacional y la seguridad alimentaria que pueden impactar la salud de un individuo. Es posible que los pacientes no estén dispuestos a compartir sus necesidades relacionadas con los DSS con un chatbot, una aplicación, o incluso con su médico en un entorno clínico apresurado. No obstante, la interacción humano a humano entre pacientes y cuidadores permite que se desarrolle una relación de confianza, lo cual saca a la luz datos del paciente invaluables y, a menudo, relacionados con los DSS.
Al combinar tecnología avanzada con cuidadores, los servicios potenciados por tecnología fomentan el tipo de relaciones de confianza que revelan realidades ocultas. Los proveedores que ven a los pacientes fuera del entorno clínico tradicional observarán desafíos que normalmente no son identificables (por ejemplo, un hogar desordenado, falta de automóvil, ausencia de comida en la nevera). Los humanos también son capaces de identificar señales sociales que indican complejidades subyacentes; ejemplos de estas señales incluyen:
- Cambios en las expresiones faciales.
- Evasión del contacto visual.
- Postura defensiva.
- Cambios en el tono o ritmo del habla.
- Pausas/vacilaciones; y,
- Percibir lo "no dicho", lo cual podría insinuar complejidades no reconocidas previamente.
Al identificar estos desafíos y señales sociales, los proveedores pueden hacer preguntas adicionales que generan datos novedosos. Estos datos no solo mejoran la atención al paciente en tiempo real, sino que también entrenan a los LLMs para comprender y apoyar mejor a futuros pacientes. A medida que la IA se integra más en los flujos de trabajo sanitarios, la capacidad de entrenar modelos con interacciones humanas del mundo real puede distinguir a las soluciones de alto rendimiento de los modelos genéricos y estandarizados.
A continuación se presentan ejemplos reales de cómo se genera y aprovecha los datos novedosos para servir mejor a los pacientes:
En los casos anteriores, una señal o pregunta social aparentemente inocua resultó en la revelación de datos clínicos o de DSS significativos y accionables. Esto solo es posible si el cuidador establece primero una confianza fundamental con el paciente, lo que luego facilita la divulgación de información útil. Por lo tanto, los servicios de salud potenciados por tecnología no son meros intermediarios entre pacientes y tecnología; son el andamiaje esencial que, en el futuro, permitirá a la IA funcionar de una manera centrada en el ser humano y efectiva.
Para desbloquear plenamente las promesas de la IA en el cuidado de la salud, los inversores, proveedores y legisladores deben reconocer la importancia estratégica de las empresas de servicios potenciados por tecnología. Estas no solo están entregando servicios — son generadores de conjuntos de datos novedosos y accionables que permitirán una atención integral de la persona. Al capturar los matices de las experiencias vividas, estos servicios están sentando las bases para un futuro donde la IA no solo procesa datos, sino que comprende las necesidades de las personas.
Imagen: Yuichiro Chino, Getty Images
Amit Aysola es Socio Director en Create Health Ventures, además de operador sanitario, consultor estratégico y asesor de transacciones. Su formación multidisciplinaria en ingeniería, gestión de software, consultoría estratégica, gestión financiera y asesoría transaccional se centra en la próxima generación de tecnologías de salud digital transformadoras. Entre sus roles anteriores se incluye la construcción de una cartera de ventures sanitarios para Wanxiang America y la prestación de servicios de asesoría en fusiones y adquisiciones y captación de capital en Healthcare Growth Partners, un banco de inversión líder en salud digital que asesoró sobre la mayor cantidad de operaciones de M&A en salud en EE. UU. Anteriormente, gestionó las pruebas de producto, implementaciones y éxito del cliente en Plan Data Management, una startup de salud digital eventualmente vendida a Trizetto Corporation. Amit también es asesor del Fondo de Ventures Biomédicos de la Universidad de Michigan y miembro del Comité Asesor Externo del Instituto de Inteligencia Augmentada en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.
Emma Cartmell es Socia Directora en Create Health Ventures, una operadora de la industria sanitaria, inversora exitosa y miembro de juntas directivas muy solicitada. Adicionalmente, Emma es asesora del Fondo de Capital de Expansión de Morgan Stanley y del programa de aceleración de United Health Group. Anteriormente, formó parte de la junta directiva de HIMSS North America y asesoró al Gobierno Británico en salud digital. Emma también fue la Directora de Operaciones fundadora de NantHealth, donde supervisó más de 30 inversiones en salud digital, trabajó como COO para Abraxis BioScience (empresa vendida a Celgene por más de $3 mil millones), y se desempeñó como Vicepresidenta de desarrollo de negocios para la Unidad de Soluciones de Salud y como VP de Programas Avanzados de Salud en SAIC. Con más de dos décadas de liderazgo probado y éxito en inversiones, Emma valora el aprovechamiento de la tecnología para corregir flujos de trabajo deficientes en la prestación de servicios de salud, con el fin de crear una experiencia del paciente sin esfuerzo, mejorar los resultados de salud y reducir los costos para todos.
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