Testigos describen el pánico tras el tiroteo

Christal Hayes en Orem, Utah y

Amy Walker en Londres

Testigos describen la escena antes y después del disparo a Charlie Kirk

Asistentes al evento universitario donde el activista conservador estadounidense Charlie Kirk fue disparado mortalmente el miércoles, describieron un pánico masivo después de que se escuchó un disparo.

Kirk, de 31 años, murió después de que una sola bala le impactara en el cuello. Las autoridades creen que el disparo provino de un tirador en el techo de un edificio cercano.

El influencer y estrecho aliado de Donald Trump había estado hablando a unas 3.000 personas en su “Gira del Regreso Americano” en la Universidad del Valle de Utah.

Videos en redes muestran que Kirk hablaba sobre la violencia armada momentos antes de ser disparado.

Un testigo le dijo a CBS, socio de la BBC en EE. UU.: “Mis amigos y yo lo estábamos pasando bien escuchando, y de repente lo vimos, oímos un ruido fuerte, como un estallido, y luego vimos su cuerpo caer en cámara lenta”.

Porter LaFerber, un estudiante que se describió como un “gran fan” de Kirk y estaba en el mitin, dijo al programa Today de BBC Radio 4 que estaba a unos 15 metros de Kirk.

“Estaba allí sentado grabándolo, detuve el video y justo en ese momento escuché el disparo”, dijo. “No te das cuenta de lo que ha pasado hasta que ya ha pasado. Charlie se cae del taburete, todos empiezan a entrar en pánico”.

LaFerber dijo que se escondió detrás de una “terraza de cemento” y que, después de un minuto sin oír otro disparo, “me levanté y salí corriendo hacia el edificio más cercano que vi”.

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En un video de la agencia Reuters, una testigo llamada Danielle dijo que estaba más cerca de Kirk, a unos 5 metros.

“Fue horrible”, dijo. “Solo escucho gritos y veo gente corriendo y pienso: ‘no es seguro correr. No es seguro levantarse’… Y solo repetía: ‘por favor, Dios, por favor, Dios’, porque no quería morir”.

Estudiantes huyen mientras Charlie Kirk recibe un disparo frente a una multitud

Jason Chaffetz, un excongresista estadounidense, dijo a Fox News que estaba en el evento con su hija cuando sucedió.

“El disparo vino directo hacia él”, dijo, añadiendo que “todo el mundo se tiró al suelo” y “salió corriendo en desbandada”.

Adam Bartholomew, que estaba en el evento entrevistando a contramanifestantes, también dijo que la gente inicialmente se tiró al suelo.

“Había confusión y la gente empezó a apresurarse hacia las salidas”, le dijo a la BBC. “Varias personas lloraban”, dijo sobre el ambiente después del tiroteo.

Videos tomados por testigos muestran la prisa por huir de la escena después del disparo.

Una figura en el techo, visible en una grabación separada, parecía estar aproximadamente a 130 metros de donde Kirk estaba sentado.

Phil Lyman, un exrepresentante estatal de Utah, dijo que había estado “involucrado políticamente” con Kirk y repartió gorras de béisbol con él en el escenario antes del evento.

“Fui a buscar a otras personas, así que no estaba a su lado cuando le dispararon, y no sé si estoy feliz por eso o desearía haber estado allí”, le dijo al programa Today.

Añadió que: “3.000 jóvenes básicamente vieron a alguien disparado frente a ellos, es muy traumático. Muy, muy duro”.

Emma Pitts, una reportera del Deseret News que asistió al evento, también describió el momento en que Kirk fue disparado.

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“Nunca podré borrar la imagen de mi cabeza”, dijo Pitts.

Pitts añadió que le sorprendió que “nadie revisó nuestro equipo, nadie revisó nuestras bolsas, no había seguridad de ese tipo”.

Bartholomew también dijo que estaba “sorprendido” de que no hubiera seguridad en el evento. “Nadie me detuvo ni revisó mi mochila”.

Brock Anderson describió la situación en el campus como “aterrorizante”

La BBC ha solicitado comentarios a la Universidad del Valle de Utah sobre las medidas de seguridad del evento.

La universidad había proporcionado seis oficiales de seguridad para la charla, además del equipo de seguridad privada de Kirk.

Tras el ataque, los estudiantes estuvieron confinados y no pudieron volver a sus apartamentos hasta altas horas de la madrugada, mientras el tirador seguía libre.

“Hay inquietud en el campus ahora mismo, solo intento caminar a casa y es desasosegante”, dijo el estudiante Brock Anderson.