Los precios de la vivienda suben incluso en pequeños pueblos como Gata de Gorgos. Crédito: Luciamaldofer / Creative Commons
El mercado inmobiliario en el litoral de la Marina Alta no muestra indicios de desaceleración, con precios medios que ya alcanzan casi los 300.000 € por una vivienda modesta de 80m². Según las cifras publicadas por Idealista para agosto, las seis localidades costeras de Denia, Jávea, Benitachell, Teulada-Moraira, Benissa y Calpe registraron una media de 3.639 € por metro cuadrado.
Esto implica que el coste de un piso de tamaño estándar ha escalado hasta aproximadamente 291.000 €, lo que sitúa la posibilidad de adquirir una vivienda cada vez más lejos del alcance de las familias y jóvens de la zona. En Moraira, el municipio más caro de toda la Comunidad Valenciana, el precio medio se sitúa ahora en 4.250 € por m², lo que equivale a 340.000 € para una propiedad de 80m². Jávea también supera el umbral de los 300.000 €, mientras que Benissa, Calpe, Benitachell y Denia sobrepasan los 250.000 € para inmuebles de dimensiones similares.
Una propiedad de 100m² en Moraira excede ya los 425.000 €, mientras que incluso la más económica en Denia ronda los 320.000 €. Estas cifras están muy por encima de la media provincial de 2.595 € por metro cuadrado, lo que subraya la presión particular que sufre la costa de la Marina Alta.
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Los precios de la vivienda suben incluso en pequeños pueblos
Los residentes locales se ven cada vez más desplazados de sus localidades natales, forzados a trasladarse al interior en busca de viviendas más asequibles. Pero incluso allí, la demanda está impulsando al alza los precios en zonas tradicionalmente más económicas, como es el caso de Gata de Gorgos.
La situación evidencia un contraste evidente: mientras la Marina Alta se rezaga en niveles de ingresos, el desarrollo de propiedades de lujo continúa en auge. Compradores, muchos de ellos extranjeros, están dispuestos a desembolsar considerablemente más de un millón de euros por villas exclusivas para uso vacacional o como inversión en alquiler.
Mientras tanto, la vivienda social sigue siendo escasa. En Denia, los proyectos de alquiler con apoyo gubernamental avanzan con lentitud, mientras que en Jávea se desecharon los planes para pisos asequibles, dejando el mercado dominado por desarrollos privados de alto coste.
Para muchos autóctonos, el sueño de poseer una vivienda familiar en la costa se aleja cada vez más.