En los últimos meses, una serie de incendios de origen sospechoso han asolado las joyas naturales del Mar Menor, calcinando humedales, aniquilando fauna y dejando a su paso cicatrices negruzcas donde antes anidaban aves y prosperaban frágiles ecosistemas.
Un paraíso que se reduce a cenizas —Podemos alega que no es casualidad y ¿quiénes están realmente Tras las Llamas?
Los incendios sospechosos han arrasado las joyas naturales del Mar Menor en los últimos meses, incinerando humedales, devastando la vida silvestre y dejando cicatrices ennegrecidas donde antes las aves anidaban y los ecosistemas frágiles prosperaban. Ahora, Podemos señala a “intereses creados” que, según alegan, podrían estar lucrándose con la devastación.
El último incendio se declaró el jueves en Torre del Rame, junto al Serena Golf en Los Alcázares —solo semanas después de que otro fuego calcinara el humedal de La Hita. Ambas zonas están legalmente protegidas. Ambas son santuarios vitales para aves migratorias y vegetación rara. Y ambas son ahora páramos calcinados.
La diputada regional María Marín no se cree la teoría de la “mala suerte”. “Ya no creemos en coincidencias”, declaró. “Hay que preguntarse quién se beneficia cuando un terreno protegido queda reducido a cenizas.”
En el centro, la diputada regional de Podemos María Marín. Foto Podemos RM
Y aquí está el meollo del asunto: los incendios se suceden inmediatamente después de una controvertida maniobra política. El PP y Vox derogaron la moratoria urbanística en el entorno del Mar Menor, una medida que había mantenido a raya a los promotores. De repente, el suelo está más libre, los fuegos arden y los rumores de especulación se intensifican.
Para los ecologistas, el coste es devastador. Hábitats enteros desaparecidos en horas. Lugares de nidificación perdidos para siempre. Plantas que protegían el delicado equilibrio de la laguna, erradicadas. “Cada incendio acerca al Mar Menor al colapso”, advierten las voces conservacionistas.
Podemos exige medidas urgentes: la creación de un Parque Regional de la Laguna Salada, con protecciones férreas contra especuladores, promotores y cualquiera que tenga puestos los ojos en las orillas de la laguna. Sin ello, afirma Marín, el Mar Menor continuará siendo sacrificado —”ardiendo, tanto literal como figuradamente”.
La pregunta flota en el aire como el humo sobre la tierra calcinada: ¿son estos incendios forestales… o una cortina de humo para ocultar algo mayor, y de ser así, cuánto tardarán las promotoras en empezar a moverse?
Imágenes a continuación cortesía del 112 Región de Murcia
