Un presunto pirómano en serie ha sido ingresado en prisión preventiva tras ser acusado de provocar seis incendios forestales en Málaga durante este verano.
El individuo fue capturado en el transcurso de una investigación denominada Operación Moonwalker, iniciada tras los sucesos ocurridos entre el 2 de julio y el 24 de agosto en zonas de alto valor ecológico, tales como Mijas, Ojén, Alhaurín de la Torre y tres focos en Alhaurín el Grande.
Gracias a la rápida actuación de los agentes de medio ambiente de la Junta de Andalucía y del operativo INFOCA, las llamas fueron sofocadas antes de que alcanzaran grandes extensiones boscosas o pusieran en peligro núcleos urbanos cercanos.
Las autoridades los catalogaron como conatos —incendios de reducidas dimensiones— al ser detectados y controlados con celeridad.
Los investigadores perciberon un patrón común: todos los incendios se iniciaban durante el día y en lugares de difícil acceso.
Rastreando los movimientos en las distintas ubicaciones, lograron finalmente identificar a un sospechoso.
El presunto responsable fue localizado a principios de esta semana viviendo en una autocaravana en una playa malagueña. Al ser interceptado por los agentes, el individuo habría admitido su responsabilidad en los hechos.
En consecuencia, ha sido imputado por seis delitos de incendio forestal y permanece en prisión, en tanto la justicia garantiza que sus peligrosas acciones no se repitan.
Las autoridades advierten: incluso un pequeño fuego en condiciones de sequía estival puede descontrolarse en minutos, por lo que subrayan la necesidad de mantener una actitud vigilante para proteger el invaluable patrimonio natural de la región.